Tras dos semanas de reuniones, en la que ha habido todo tipo de sobresaltos, como la llegada de Trump a la Casa Blanca, la COP22 llega  a su fin. Los países que integran esta convención han acordado ciertos avances en la lucha contra el cambio climático.

El primero de ellos es en materia de financiación. Los países miembros han acordado dar continuidad al Fondo de Adaptación del Protocolo de Kioto más allá del año 2020, en el que concluía, y lo han incorporado al Acuerdo de París. Queda pendiente ahora la forma de dotar ese fondo, que hasta ahora se nutría de donaciones de los países desarrollados.

Además, los países ricos se han comprometido a aumentar de forma progresiva la cifra de 100.000 millones de dólares que se va a destinar para la financiación climática, pasado 2020. Este dinero se obtendrá de fondos públicos, mediante ayudas al desarrollo, y fondos privados, provenientes de los mercados de carbono, principalmente.

Este acuerdo se ha llevado a cabo no sin sobresaltos, al oponerse en el último momento Bolivia e India. Estos países ha protestado por la eliminación de una cláusula que hacía referencia al marco temporal que debían seguir todos los países para reducir sus emisiones en el futuro. Al final, el presidente de la COP22, Salahedín Mezuar, se ha comprometido a incluir esto en forma de anexo.

Otro de los grandes acuerdos es la creación de unos calendarios de trabajo para concretar las reglas del Acuerdo de París, como los marcos temporales para reducir las emisiones o los procesos de revisión de estos, que se llevarán a cabo antes de 2018.

El presidente de la convención ha agradecido a todos los países su compromiso y ha recalcado que es "una apuesta por el futuro del planeta, por la humanidad y por la dignidad de millones de personas".

Todos los países siguen "determinados y comprometidos con el Acuerdo de París" según ha afirmado el comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete.