Un grupo de científicos ha determinado en una investigación que el flujo de las mareas en el océano Ártico contribuye a la fusión del hielo marino flotante. Este fenómeno está provocado por la mezcla del agua cálida profunda del océano y el agua fría que está en la superficie.

Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Nature Geoscience y en ellos se muestra que uno de los principales motivos por los que se produce esta mezcla de agua son los movimientos de marea que interactúan con las pendientes empinadas del lecho marino.

Tom Rippeth, autor principal del estudio asegura que el océano ártico es como "un sándwich de mermelada, donde el pan es el agua fría por encima y por debajo queda la mermelada, que es el agua tibia y salada que entra en el Ártico desde el Atlántico".

Los científicos estudiaron el agua caliente del Atlántico que es cuatro grados centígrados más caliente que el agua de la superficie. Este agua se encuentra entre 40 y 200 metros de profundidad y su calor asciende lentamente hacia el agua más fría. Rippeth explicó que encontraron que "las mareas están produciendo cantidades significativas de turbulencia sobre la topografía empinada del fondo del mar, y así se está acelerando el movimiento hacia arriba de calor en estas regiones".

El científico Sheldon Bacon del Centro Nacional de Oceanografía aseguró que es probable que "que el hielo marino en el Ártico se retire más en las próximas decádas". En caso de hacerlo, "las interacciones entre las corrientes de viento y mar puede fortalecerse. Estos puntos de acceso de mezcla pueden entonces crecer en otras áreas del Océano Ártico con empinadas laderas del lecho marino, lo que resulta en más retirada del hielo marino", concluyó el experto.