El trabajo realizado por la Universidad de Washington advierte de que el anasakis,que se transmite a los humanos al comer pescado o cefalópodos crudos, poco o mal cocinados o que no hayan sido previamente congelados, ha aumentado su presencia en los mares. Tanto, que en la actualidad hay 280 veces más que en los últimos cuarenta años.

Al consumir uno de estos gusanos, el parásito pude invadir la pared intestinal y causa síntomas parecidos a los de una intoxicación alimentaria (nauseas, diarreas y vómitos. Además, aunque en la mayoría de los casos el espécimen muere en pocos días y los síntomas desaparecen, algunas personas pueden desarrollar una intoxicación o alergia grave.

Para evitarlo, las autoridades sanitarias aconsejan congelar el pescado a más de 20 grados bajo cero durante cinco días como mínimo, o cocinarlos a más de 60 grados para eliminar el parásito.

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