Durante el último año, el número de incendios que ha sufrido Brasil han aumentado de forma considerable en comparación con años anteriores. Entre enero y agosto este país ha contado con más de 70.000 focos de incendio; más de la mitad, en plena selva amazónica.

El número de incendios que atraviesan la Amazonia, considerada como la mayor selva tropical del mundo, ha aumentado de manera considerable a lo largo de 2019, y en comparación con el año pasado, los registros informan de un crecimiento superior al 80% en el número de focos de incendios.

Como informan desde el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que se basa en el análisis de imágenes por satélite, tan solo en las últimas semanas se ha detectado la quema de superficies situadas en más de 65 áreas protegidas como reservas ambientales o indígenas. A la superficie de bosque quemada, se le añade también el aumento de la deforestación que atraviesa la Amazonia, como consecuencia de las nuevas medidas adoptadas por el gobierno brasileño para la explotación de esta área forestal.

De esta forma, si bien organizaciones como el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon) declaran que la tasa de deforestación de la Amazonia se sitúa en torno a un 65%, las proyecciones del INPE sitúan esta tasa en un 278%. Estos informes han llevado a países como Alemania o Noruega a congelar sus colaboraciones para la defensa de este bosque; en parte también como precaución ante las nuevas políticas medioambientales de Brasil.