Las playas de arena ocupan más de un tercio de la línea de costa mundial, tienen un elevado valor socioeconómico y proporcionan protección natural ante las tormentas marinas y los ciclones. Sin embargo, el cambio climático amenaza la línea costera, a las infraestructuras que hay en ellas y a las poblaciones que viven cerca.

Para realizar este estudio, el equipo de investigación ha analizado bases de datos e imágenes de satélite sobre los cambios en las líneas de costas entre 1984 y 2015 para extrapolar tendencias y predecir dinámicas futuras.

Los resultados muestran que dicho cambio está impulsado por factores físicos (geológicos o antropogénicos), por el aumento del nivel del mar y por la creciente erosión, como de las fuertes tormentas.

Además, sin medidas para mitigar el cambio climático "casi la mitad de las playas del mundo se sitúan bajo amenaza de extinción a finales de siglo", destaca Plomaritis, aunque matiza que si se adoptan las medidas esa previsión se podría reducir en un 40 %. Por lo que, en el mejor de los casos, la pérdida de las playas arenosas en España sería de 60 metros en 2100 y de 27 para 2050.

Al desastre ecológico y medioambiental que esto supone, habría que sumar las pérdidas de valor ecosistémico y los impactos socioeconómicos severos, especialmente en áreas menos desarrolladas o con una dependencia fuerte del turismo costero.