Un estudio publicado por Save the Children en la revista Science asegura que la generación de niños nacida durante este último año se enfrentará a un promedio de siete veces más olas de calor durante toda su vida que la generación de sus abuelos.

La investigación afirma que los recién nacidos en todo el mundo vivirán un promedio de 2,6 veces más sequías, 2,8 veces más inundaciones, cerca de tres veces más malas cosechas y el doble de incendios forestales que las generaciones nacidas hace 60 años.

Además, algunos niños podrían verse afectados por varios desastres de forma simultánea o en rápida sucesión. En este sentido, los niños de países con ingresos bajos y medios serán los más afectados, ya que presentan un mayor riesgo de sufrir desnutrición o contraer enfermedades a través del agua.

Por su parte, el Acuerdo de París ha previsto que se produzca un aumento de la temperatura entre 2,6 y 3,1 grados para el año 2001, situándose por encima de los niveles preindustriales, lo que supondría un gran impacto para la población infantil.

Sin embargo, Save the Children afirma que aún queda margen para prevenir estos pronósticos, porque si el calentamiento global se mantuviera en los 1,5 grados, la exposición de los niños a las olas de calor disminuiría en un 39% para las sequías, en un 28% para el aumento de los ríos, en un 28% para las malas cosechas y en un 10% para los incendios forestales.

Finalmente, la organización apuesta por aumentar la financiación climática para ayudar a los niños y sus comunidades a la adaptación a la crisis climática y por situar las demandas de la población en el foco de los acuerdos medioambientales.