La población de mochuelos se ha reducido un 90%, la de lechuzas un 13% y la del autillo europeo un 76% según la organización SEO/ BirdLife. Según ésta, las especies que viven en el bosque están aumentando mientras que las que dependen del medio agrícola se están reduciendo. El poco espacio para nidificar es uno de los principales problemas para las especies que tienen contacto con el ser humano.

Estos son los motivos por los que Heredia ha pedido al gobierno que acepte esta iniciativa que cuenta con tres objetivos: Desarrollo de un censo de rapaces nocturnas, creación de un plan de protección específica que tenga una partida económica y fomentar una campaña de concienciación ciudadana.

“Necesitamos un plan de protección porque la experiencia demuestra que, cuando existe, se refleja en un crecimiento efectivo de la especie”, ha declarado el diputado, “como ocurrió con la población de búho real, que aumentó en un 140%” tras una norma similar.

La campaña de concienciación, “contribuiría a eliminar la imagen negativa” que poseen estas especies. Éstas son vitales para evitar plagas y proteger la salud humana, los ecosistemas y la biodiversidad. Heredia ha insistido en que “un control biológico de plagas mucho más estable y económico que el control químico”.