El documento recoge los datos más recientes del Índice Planeta Vivo (IPV), que ha analizado el estado de 16.704 poblaciones de 4.500 especies de vertebrados entre 1970 y 2014.

Los animales de agua dulce han sido los más afectados con una reducción del 83 % desde 1970. Además, cuentan con la tasa de extinción más alta entre los vertebrados del mundo en el siglo XX.

En cuanto a las regiones con mayor impacto se encuentran los trópicos: Centroamérica y Sudamérica han sufrido una reducción del 89 % en sus poblaciones de vertebrados respecto a 1970.

Se estima que la causa principal de este grave descenso de biodiversidad, está en el descontrolado modelo de consumo humano, que para WWF es el principal responsable de la sobreexplotación de los ecosistemas y la agricultura, además de la contaminación, las especies invasoras o el cambio climático.

La enorme presión ejercida sobre los recursos naturales está amenazando la estructura que sostiene a la humanidad, según ha señalado el director general de WWF Internacional, Marco Lambertini.

A nivel mundial, la naturaleza proporciona servicios por un valor aproximado de 125 billones de dólares anuales y ayuda a garantizar el suministro de aire fresco, agua potable, alimentos, energía o medicamentos.

Los manglares, por ejemplo, atrapan casi cinco veces más carbono que los bosques tropicales; los cultivos parcialmente polinizados por animales representan el 35 % de la producción mundial de alimentos; y los arrecifes de coral protegen alrededor de 200 millones de personas contra marejadas y el oleaje de tormentas, señala el informe.

Sin embargo, funciones como estas “se habían dado por sentado hasta ahora, al no actuar contra la pérdida acelerada de la naturaleza”, ha lamentado el director general de WWF Internacional, Marco Lambertini.

En este periodo ha disminuido el 20 % de la Amazonía y entre el 30 y el 50 % de los manglares, mientras que en los últimos 30 años, la Tierra ha perdido aproximadamente la mitad de sus corales de aguas someras, o polinizadores como las abejas están bajo una creciente amenaza.

“Es hora de repensar con urgencia cómo usamos la naturaleza” y apreciarla como un bien “indispensable”, ha añadido Lambertini.

Convenio sobre Diversidad Biológica

El próximo mes de noviembre se celebrará en Egipto la XIV Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) y será, a juicio de WWF, un momento “clave” para sentar las bases de un acuerdo global para la naturaleza, “tal como se hizo en torno al clima en París en 2015”, subraya el informe.

Junto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) estipulados por Naciones Unidas para 2030, ambos procesos normativos suponen una oportunidad “para revertir este impacto” sobre los sistemas naturales aunando la labor de gobiernos, empresas, financieros, investigadores, sociedad civil e individuos, concluye el informe.