Donald Trump continúa en su empeño con acabar con todos los avances en políticas medioambientales que ya hizo su predecesor, Barack Obama.

Esta vez, ha creado una orden ejecutiva con la que pretende rescindir, al menos, seis medidas contra el cambio climático aprobadas por Obama, entre las que destacan las directrices que regulan las emisiones de carbono en Estados Unidos y, que según Trump, han causado "una sangría de puestos de trabajo, además de lograr la ansiada autonomía energética".

La información ha sido ofrecida por un funcionario de la Casa Blanca, que ha señalado que "el Gobierno anterior devaluó a los trabajadores con sus políticas. Nosotros podemos hacer las dos cosas, proteger el medioambiente y crear trabajo para la gente", a lo que ha agregado que "el presidente ha sido muy claro con que no va a implementar políticas de cambio climático que pongan en riesgo la economía estadounidense".

Trump ha elegido para la firma de esta orden, la sede de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), un organismo clave en las políticas ambientalistas de Obama y que ahora dirige Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático.

Sin embargo, la orden no habla del Acuerdo de París sobre cambio climático. El funcionario ha destacado que Trump aún no tienen decidido si cumplirá con los compromisos que figuran en este acuerdo internacional. 

La semana pasada, el presidente ya aprobó conceder a la empresa canadiense TransCanada un permiso para construir el polémico oleoducto Keystone XL, un proyecto al que se oponen grupos ecologistas y cuya construcción prohibió el Gobierno de Obama.