España ha vivido uno de los veranos más calurosos que se recuerdan y parte de esas altas temperaturas se deben a las cinco olas de calor registradas. La primera se produjo entre el 13 y el 21 de junio, la segunda del 12 al 16 de julio, la tercera del 28 al 30 de julio, la cuarta del 2 al 6 de agosto y la quinta del 20 al 22 de agosto.

El primer mes del verano, junio, fue un mes en el que el calor llegó muy pronto, la ola que duró nueve días y superó por 2,6 grados diecinueve episodios similares desde 1975, ha sido la segunda más temprana sólo por detrás de la registrada en 1981 entre el 11 y el 16. Además, esta ola ha sido la más larga y la más extensa al llegar a 30 provincias. En zonas de Extremadura, del Valle del Guadalquivir, Toledo y Ciudad Real superaron los 42 grados. Además, el Puerto de Navacerrada en Madrid destacó por alcanzar los 29,9 grados a 1.894 metros de altitud el 18 de junio.

La segunda ola se registró entre el 12 y el 16 de julio y se vivió en 14 provincias, la temperatura máxima fue de 41,1 grados y afectó a más de la mitad sur de la Península. La temperatura máxima de esta ola de calor fue 3,9 grados más alta de lo normal, este valor solo ha sido superado entre el 11 y el 18 de agosto del año 1987. El día 13 de julio los termómetros alcanzaron los 45 grados en los valles del Guadiana y del Guadalquivir, los 46,9º en Córdoba/ Aeropuerto, los 45,7º en Granada/Aeropuerto, los 45,4º en Badajoz/Talavera la Real y los 44,4º en Jaén.

La tercera, cuarta y quinta ola no alcanzaron temperaturas tan altas como las demás, la temperatura máxima de la primera y la segunda fue de 37,7 grados y en la quinta de 37,4 grados.

Estas altas temperaturas se deben en gran medida al cambio climático, al calentamiento global causado por la actividad humana. Las principales causas de esta subida de temperaturas son la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera y el deshielo del Ártico y del Antártico cada vez más frecuente por el aumento de temperaturas de las aguas.

Por último, es necesario recordar que el cambio climático está aumentando la temperatura del planeta demasiado rápido lo que está provocando la desertificación de zonas del planeta, problemas en la producción de alimentos, grandes períodos de sequías, inundaciones, huracanes y el aumento del número de incendios.