La ‘nueva normalidad’ que ha traído el SARS-CoV-2 ha creado una ‘nueva realidad’ en el cibercrimen. Desde la llegada del coronavirus y la consolidación del trabajo en remoto, los delincuentes, sobre todo estafadores, se afanan en colárnosla. En Levanta la cabeza os hemos contado a lo largo de estos meses que el cibercrimen no descansa, que tienen entre sus objetivos empresas esenciales relacionadas con la energía y la salud, y que aprovecha el miedo y la incertidumbre de la pandemia para engañarnos. El pasado 15 de enero, el alemán Jürgen Stock, secretario general de Interpol, organización policial donde están representados 194 países, alertó en una entrevista a la CNN de que ya existe una “pandemia paralela” de delitos alrededor de la COVID-19.

Stock dibuja una ‘tormenta perfecta’ en la que actúa la delincuencia organizada, el terrorismo internacional y la ciberdelincuencia. El pasado 2 de diciembre, Interpol emitió una alerta mundial por las posibles actividades delictivas relacionadas con la falsificación, el robo o la publicidad ilícita de vacunas contra la gripe y la COVID19. Vamos, que han detectado movimiento de vacunas falsas, ataques informáticos a laboratorios, webs ilegales de venta de remedios falsos, etc.

El pasado martes y desde su oficina central en la localidad francesa de Lyon, Interpol mando una alerta, esta vez de color púrpura, para que los grupos policiales de los 194 países busquen información sobre una nueva ciberestafa que comienza en las apps de citas y ligoteo. El confinamiento por la emergencia sanitaria aumentó las descargas de aplicaciones como Tinder, Grindr, Hinge o Badoo. Necesitábamos conexión emocional, chatear con desconocidos y pasar el rato en los infinitos días de encierro obligatorio. Los ciberestafadores han estado atentos al éxito de las apps de ligar y han decidido actuar en ese escenario. Según Interpol, los ciberdelincuentes estarían “aprovechando las vulnerabilidades de las personas mientras buscan posibles coincidencias” en las aplicaciones de citas. Por ejemplo, en Tinder –una de las plataformas para ligar más exitosas– el modus operandi se centraría en hacer match (like cuando alguien te parece atractivo) en perfiles de personas para que éstas comiencen una conversación y “así atraerlas a un sofisticado esquema de fraude”.

Los falsos pretendientes se ganan la confianza de esas personas y cuando la comunicación ya es regular, fluida y satisfactoria, comienzan a compartir piropos con consejos de inversión. El objetivo es convencer a las víctimas de que se unan a un plan perfecto para ganar dinero. En realidad, las personas que caen en la trampa se descargarán una aplicación comercial, se abrirán una cuenta y comprarán determinados productos financieros para ir aumentando sus beneficios. “Todo bajo la atenta mirada de su nuevo ‘amigo’”, que les hará creer que pueden convertirse en un top dentro de la cadena de inversión. Todo parece de verdad, las webs y dominios parecen legales, los asesores de los nuevos ‘clientes’ simulan ser profesionales que indican las mejores inversiones.

El engaño y el supuesto romance van creciendo hasta que un día todos los contactos desaparecen, lo mismo ocurre con su cuenta en la plataforma de inversión. En un plisplás se ha esfumado tu amante y tu dinero. Según el comunicado de la Interpol, la estafa se está produciendo en muchos países, por lo que anima a los usuarios de apps de citas a estar atentos y a desconfiar de aquellas personas que te animan a hacer inversiones después de ganarse tu corazón. Entre las recomendaciones para no ser timado, las de siempre: desconfía de los desconocidos que te animan a hacer inversiones económicas con retornos de beneficio muy rápidos. Lo bonito, bueno y barato no suele ser real.

En una reciente entrevista, Ángela G. Valdés, especialista en el área de Ciberseguridad para Ciudadanos de INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad de España), aseguraba que todos somos vulnerables ante los ciberataques: “No debemos olvidarnos de que el sentido común es nuestro gran aliado, y si algo nos parece sospechoso o demasiado bonito para ser real, probablemente se trate de un fraude”.

En el caso del fraude de las apps de citas, Interpol recomienda ser escéptico, pensar dos veces antes de transferir dinero, investigar los perfiles de las personas que nos piden entrar en la cadena de inversión, revisar los dominios de las páginas que nos ha recomendado y no revelar información personal.