Se ha cumplido un año desde que el coronavirus SARS-CoV-2 llegó a España para paralizarlo todo. A medida que pasaban las semanas, mayor era la curva de contagios y en consecuencia aumentaba el número de fallecimientos. A la preocupación que emergía sobre la crisis sanitaria, también se ha sumado la inquietud que genera la crisis económica por esta pandemia. El horizonte incierto tanto para empresas, pymes, autónomos y trabajadores sigue siendo tan desconcertante como hace un año.

Muchos negocios se han visto contra la espada y la pared para poder seguir teniendo abiertas sus puertas teniendo en cuenta las restricciones oficiales de aforo y de horas de cierre. La hostelería ha sido uno de los sectores que más ha sufrido, y sigue sufriendo, en este último año. Según el Barómetro Pymes 2020, el 70 % de las pymes tiene previsto solicitar financiación. Una forma de hacer frente a los apuros económicos es la de solicitar créditos y préstamos para poder sobrevivir en esta pandemia. Cualquier ayuda para evitar la quiebra es poca.

Y ahora, ante un futuro casi igual de incierto que hace un año, ya no hay ahorros. Los negocios necesitan más tiempo para poder devolver los préstamos. En este aspecto, la tecnología puede echar una mano. Desde Banco Santander han creado un proceso 100 % digital para que las empresas y los autónomos no necesiten acudir a las oficinas y puedan pedir una extensión del ICO a través de la web. Las líneas ICO facilitan fondos con la intermediación de las entidades de crédito y financian tu actividad a corto, medio o largo plazo para cualquier tipo de inversión y en condiciones competitivas.