Miles de anuncios colocados en Facebook e Instagram para que lleguen un público determinado, miles de mensajes dirigidos a los votantes potenciales, incluso a sus adversarios en la arena política. La ‘nueva normalidad’ acaba de llegar, la ‘nueva propaganda’ lleva tiempo funcionando. Los partidos políticos descubrieron el filón de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. Al principio era Facebook y sus mensajes con vídeo, después descubrieron Instagram, en la pandemia han visto el poderío de WhatsApp y Tik-Tok… todo vale para consolidar sus estrategias de comunicación.
Los datos están ahí. En España, en 2019, más de 20.000 anuncios políticos se patrocinaron en Facebook e Instagram con un gasto hasta noviembre de ese año que superaba los 2 millones de euros. Unidas Podemos fue la formación con más anuncios pagados en la red de Mark Zuckerberg, superando el millón de euros, y VOX la que menos de los partidos nacionales. Durante el confinamiento la inversión se ha reducido pero los partidos políticos han seguido pagando anuncios en las redes sociales para promocionar mensajes que mezclaban la pandemia del coronavirus con las opiniones políticas. Hasta finales de abril, los estrategas de la comunicación política digital se centraron en dejar claras sus posiciones: el PSOE se centró en mensajes de ánimo a la población, Unidas Podemos levantó el pie del acelerador y apenas tuvo actividad, el PP intentó introducir el mensaje de que el Gobierno mentía con las cifras y VOX optó por hashtag como #GobiernodelBulo. Es cierto que en la cuarentena los grandes triunfadores han sido los superdifusores de noticias falsas, vinculados sobre todo con conspiranoias sobre fármacos milagrosos y teorías que vinculaban el coronavirus con la tecnología 5G. Detrás había desde políticos ultra conservadores, movimientos antivacunas y personajes afiliados al ‘cuanto peor, mejor’.
Hasta aquí el panorama español. Si nos fijamos en EE. UU. la cosa ha llegado a tal extremo que responsables de Facebook han anunciado el pasado martes que dará a los usuarios de Facebook e Instagram la capacidad de dejar de ver anuncios políticos, por ahora solo a los ciudadanos norteamericanos pero con la idea de extender esta posibilidad al resto de países.
Los usuarios de las dos redes sociales podrán desactivar todos los anuncios de temas sociales, electorales y políticos que hayan sido pagados por los candidatos a las próximas elecciones de noviembre en EE.UU. Al mismo tiempo, cuando una persona comparta uno de esos anuncios, aparecerá el mensaje “pagado por”. En el fondo, el dueño de estas redes sociales deja en manos del ciudadano ver o no ver esos anuncios y así no tendrá que plegarse a las exigencias de moderar o eliminar ciertos contenidos polémicos. Zuckerberg había recibido muchas críticas por no actuar ante mensajes con falsedades emitidos por partidos políticos, entre ellos por el mismísimo presidente Donald Trump. Twitter, por ejemplo, ya prohibió los anuncios políticos en su red a finales de 2019.