Esta mañana contábamos cómo había nacido el proyecto A.I.RE. Hoy ya tienen el prototipo listo.
Jorge Barrero, miembro del Comité de expertos de Levanta la Cabeza, estaba en su casa, en el primer día de teletrabajo. Le daba vueltas a una idea, cómo podría el sector de la innovación ayudar en caso de que hubiese una sobredemanda de máquinas de asistencia a la respiración. Cuando el coronavirus se agrava, los pacientes no pueden respirar por sí mismos y algunos hospitales se están preparando para verse desbordados. La pregunta Barrero se la planteó a César García, experto en impresión 3D, y a Andreu Climent, ingeniero biomédico en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. En menos de diez horas se había montado un grupo de 25 personas en el que participan especialistas en neumología, electromedicina, impresión 3D, enfermería, diseñadores, médicos de la UCI y electrónica.
Tres días después se creaba el proyecto A.I.RE. (Ayuda Innovadora a la Respiración). "A este virus vamos a combatirlo con respuesta inmune colectiva y con soluciones que se difundan y escalen tan rápido como lo hacen los virus. Somos un único súper organismo y vivimos en simbiosis con el resto del planeta", colgó en Twitter Jorge Barrero. Los planos para fabricar un respirador autónomo y sencillo empezaron a volar de un lado para otro. Igual que las recomendaciones, las dudas y nuevas ideas. La máquina de la innovación y la solidaridad empezó a funcionar. A.I.RE. es una plataforma online y abierta en la que se comparte todo tipo de conocimiento para poder fabricar el dispositivo de respiración de forma barata y en poco tiempo y que cuenta con el respaldo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Entre los grupos de trabajo destaca el denominado ResistenciaTeam, formado por gente de toda España que ya tiene listo el primer prototipo. “Necesitamos personas con impresoras 3D, corte láser, cnc, e inyección de plástico por todo el país”. Este tuit fue colgado el pasado lunes 16 de marzo en la cuenta ResistenciaT. En pocas horas fue retuiteado por más de 1.800 personas y recibió casi 300 respuestas con consejos, mensajes de ánimo y ofertas para participar en el proyecto. Han conseguido el prototipo, están a la espera de recibir un simulador de pulmón para programar todas las necesidades. El prototipo es una réplica del denominado circuito Jackson Rees, un modelo sencillo que toma el nombre de un médico británico pionero en la anestesia pediátrica. Aunque el modelo original necesita de una persona para activarlo manualmente, la idea es modificar el respirador para automatizarlo y que solo un enfermero pueda controlar hasta a cinco pacientes.
El grupo ResistenciaTeam, que cuenta con la colaboración del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), está documentando todo el proceso desde sus perfiles de Twitter e Instagram para que desde otras partes del país se pueda replicar el Reespirador23.
La iniciativa española no es la primera que utiliza impresión tridimensional contra el coronavirus. El Hospital de Brescia, una de las zonas de Italia que más está sufriendo el azote del virus, también se ha servido de la impresión 3D para suplir las carencias que ha provocado la pandemia. Cuando se quedaron sin válvulas para los respiradores, la empresa Isinnova llevó una impresora al centro sanitario y se empezaron a fabricar piezas de repuesto.
En Facebook funciona un grupo a nivel internacional que tiene como misión intercambiar información para fabricar equipos médicos vitales de forma económica y en poco tiempo: Open Source COVID-19 Medical Supplies. Y si quieres unirte a A.I.RE., no lo dudes.