El comercio electrónico ha madurado de forma exprés. Conchita la de la mercería, Paco el del bar y Manolo el panadero, los del barrio de toda la vida, han tenido que reinventarse si querían que sus negocios sobreviviesen a esta crisis sanitaria provocada por la COVID-19. La pandemia ha servido a muchos de empujón. A unas personas les ha venido muy bien para convertir la tienda, por pequeña que sea, en un comercio electrónico; y a otras para animarse a probar las compras en línea. En este contexto se acercan las fiestas navideñas, las primeras de esta ‘nueva normalidad’, y esta misma semana llega el Black Friday, ese día de compras que anticipa el fin de año.

Según el último estudio sobre eCommerce (2020) de la IAB Spain, asociación de comunicación, publicidad y marketing digital, 7 de cada 10 internautas compran online, unos 22,5 millones de españoles entre 16 y 70 años, siendo los usuarios con edades entre 35 y los 44 años los más activos. También detalla los factores que influyen para decidirse por el comercio electrónico: la conveniencia (98 %), las ofertas y la variedad de productos (95 %) y el precio (91%) son lo principales. El ordenador (83 %) lidera el listado de dispositivos para hacer estas compras en la red. El teléfono móvil crece y sigue ganando peso (55 %) y la tableta (18 %) y la smart tv y la consola (8 %) ocupan los últimos puestos. En cuanto la frecuencia de compras, los españoles realizamos de media 3,5 compras en línea, con un gasto medio de 68 euros.

En 2019, Amazon se convirtió en el líder del comercio electrónico en España, facturando más de 7.000 millones de euros y ocupando un 15 % del mercado en línea. Lo seguían Aliexpress, con 2.000 millones; El Corte Inglés, con 1.300 millones y Carrefour, con 813 millones. No cabe duda de que el confinamiento ha modificado los hábitos de compra. Los juegos de mesa, los lienzos y acrílicos y los videojuegos se agotaron durante este aislamiento domiciliario. Las listas de espera en los supermercados online eran desesperantes e incluso algunos como Mercadona restauraron y modernizaron su web para facilitar los procesos de compra.

Ahora se acerca el Black Friday, el CiberMonday, los amigos invisibles, los regalos de navidad, etc. pero ¿sabemos hacer compras seguras por internet? Lo cierto es que según IAB Spain, foro de encuentro de la industria publicitaria, más del 70 % de los internautas españoles confía en los sitios online. Los motivos serían estos: la experiencia previa y la existencia de formas seguras de pago. Aunque cada vez estamos más atentos, te dejamos a continuación algunos consejos que publica la Agencia Española de Protección de Datos para proteger tus dispositivos electrónicos, revisar las webs donde compras y que la inversión que vas a hacer en regalos no acaba en malas manos.

Prevención en tus dispositivos. Instala y activa un antivirus efectivo en los dispositivos donde vayas a hacer tus compras. Asegúrate de que el sistema operativo, las aplicaciones y los programas que tienes instalados están actualizados. Elimina todas aquellos que no estés utilizando, y evita utilizar dispositivos compartidos o que tengan una red pública porque no conocerás a ciencia cierta el estado de su seguridad o la finalidad de su uso.

Saca lupa para comprobar la información del comercio. Fíjate bien en la página web del comercio donde vas a hacer tu compra. Las pestañas de “Aviso legal”, “Términos de uso” o “Política de privacidad” son esenciales para que recurras a ellas cuando tengas que reclamar y cuando quieras conocer tus derechos como comprador. Cerciórate de que el comercio que tienes delante tiene una dirección postal, una electrónica, datos sobre la inscripción en el registro mercantil y su número de identificación fiscal.

Fíjate en las cookies. Cuando accedes a una página web, en muchas ocasiones el comercio electrónico descarga diferentes ficheros que almacenan información sobre datos de navegación que el usuario está creando. El responsable de la página web tiene la obligación de informarte sobre su uso y de darte la posibilidad de aceptar o no esas condiciones. Asegúrate que puedes rechazar todas las cookies, aceptar únicamente las de los sitios visitados y que puedes hacer que todas las cookies se eliminen cuando cerremos el navegador.

Contrasta el dominio. El dominio al que accedes en el comercio tiene que estar registrado a nombre de una persona u organización a través de un agente registrador. Si tenemos dudas, contrasta quién es el responsable de ese sitio web, fíjate si termina en .es, en .eu o tiene otra terminación que no es familiar. Realiza compras en páginas oficiales, con reputación o prestigio consolidado para asegurarte que no es un fraude.

Cuidado con el phishing. Los hackers no se pierden una. El phishing es uno de los métodos que más utilizan los ciberdelincuentes para obtener tus datos a través de una suplantación de identidad. El ciberestafador se hace pasar por un servicio web conocido para engañar al usuario y obtener contraseñas, datos personales y bancarios que le abrirán las puertas para cometer fraudes. Por eso, sospecha de mensajes alarmistas, no respondas correos inesperados y con dudoso origen y no hagas clics en enlaces que te lleguen en mensajes desconocidos. Los estafadores digitales no descansan.

No todo es tan bueno, bonito y barato. Pon ojo avizor a las tiendas que te ofrezcan productos y servicios con precios muy por debajo de lo que se encuentra en el mercado. Desconfía si todos los productos que se ofrecen se venden al mismo precio, independientemente de su modelo.

Check verde a los sellos de confianza. Estos sellos son un distintivo en los comercios en línea por asegurar una calidad y una seguridad a la hora de vender sus productos y servicios. El sello de confianza asegura que ese negocio cumple con la legislación en materia de privacidad, seguridad y protección de los consumidores. Si el negocio al que estás accediendo lo tiene, lo normal es que lo muestre en su página principal y que lo hipervincule a una página web de la organización que concede los sellos. En España, uno de esos sellos se denomina Confianza Online.

Ojo al diseño. Desconfía si no transmite homogeneidad, si la foto de portada es de un banco de imágenes, si la calidad de las fotos es mala y si la web aparenta ser la página legítima de una determinada marca. No te fíes si aparecen textos mal traducidos y asegúrate de que todas las pestañas llevan a páginas seguras.

Activa las alarmas con los servicios de compraventas. Wallapop y Vinted se han hecho de oro durante los últimos meses. “Si no lo usas, véndelo y dale una segunda vida”. Cada vez están más en boga estos servicios que sirven de intermediarios entre el comprador y el vendedor. No te fíes si el vendedor se encuentra en el extranjero y utiliza esta excusa para que los trámites de gestión se lleven de determinada manera. Descarta anuncios que tienen fotos genéricas o de bancos de imágenes del artículo en venta. Infórmate sobre quién es el comprador antes de realizar el envío. No adelantes dinero. Cancela el proceso de venta o de compra en caso de dudas.

Especial atención a los métodos de pago. En efectivo, a contra reembolso, por transferencia bancaria, pago con tarjeta y pago a través de intermediarios. Hay numerosas alternativas disponibles que tienen sus ventajas e inconvenientes. Ante todo, no pagues en servicios como Western Union o Money Gam. Asegúrate de crear contraseñas seguras para acceder a tu cuenta bancaria, activa la verificación en dos pasos y no guardes la información de los métodos de pago.