La pandemia lo ha trastocado todo, también los hábitos digitales de los más pequeños. Llevamos tiempo hablando de cuándo es el mejor momento para que accedan a su primer teléfono inteligente, de cuánto tiempo es recomendable que pasen frente a una pantalla, de cómo enseñarles a desconectar y a que no caigan en las trampas de los diseñadores. El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización, radiografía esos hábitos en el informe El uso de la tecnología por los menores en España 2022. El primer dato curioso es que el 22 % de los menores de 10 años disponen de smartphone, porcentaje que se eleva hasta el 96 % en el caso de los niños de 15 años. Si bajamos al rango de los 13 años, casi nueve de cada diez menores tienen teléfono.
El estudio del ONTSI revela cómo la situación derivada de la pandemia ha influido en los hábitos digitales de los menores de 16 años, que se han convertido en los grandes consumidores de dispositivos con acceso a internet. Las nuevas circunstancias marcadas por la COVID-19 han dado lugar a que desarrollen muchos aspectos de sus vidas en el entorno digital, las clases a distancia y actividades educativas en línea han incrementado la cantidad de usuarios en la red y, por ende, el uso de ordenadores y dispositivos móviles.
En 2021, el 95 % de los menores de 16 años han utilizado el ordenador, mientras que el 98% usa internet. Cabe destacar que, en el caso de los ordenadores, se incrementó el uso en un 4% el año pasado con respecto de 2020, lo que supone el aumento interanual más elevado del trienio 2019-2021.
Sin embargo, la adopción del móvil es inferior, siete de cada diez menores disponen de este dispositivo y el uso es mayoritariamente femenino, según apunta el ONTSI. El porcentaje de menores con móvil se mantiene estable, como en los últimos seis años, entre el 66 y el 69 %. El estudio recoge que el hábitat es uno de los condicionantes para poseer móvil debido a que en los municipios más pequeños la tenencia de este dispositivo es mayor que en las ciudades con más población, siendo la brecha digital del 4,6 %.
Por otro lado, el tamaño del hogar también provoca diferencias: en hogares con solo dos miembros, los menores usan más el móvil que en las familias con cinco o más integrantes (74 frente a 62 %) pero menos el ordenador (87 % frente al 93 % en aquellos hogares con cinco o más personas).
La renta familiar tiene un claro impacto
El nivel de ingresos mensuales netos del hogar condiciona el uso del ordenador por parte de los menores. Así, en los hogares con rentas por debajo de los 900 euros, el uso del ordenador es un 13 % inferior que en los hogares con rentas más altas (2500 euros o más). Esto muestra, según el informe realizado por el ONTSI, que no todas las familias pueden permitirse adquirir estos dispositivos.
Como ocurre con el ordenador, la renta familiar está supeditada al uso de internet. En los hogares de renta alta el uso de internet alcanza el 98 %, mientras que dicha cifra cae al 92 % en los de renta baja. Lo que supone una brecha digital del 5 %.
Los datos recogidos en el estudio no muestran grandes brechas de género en el empleo de nuevas tecnologías: cosa que sí ocurre con otros segmentos de edad. No obstante, sí se han observado en cuanto al uso del ordenador, tenencia de teléfono móvil y empleo de internet según los ingresos mensuales, el tamaño del hábitat y el del hogar.
A grandes rasgos, según se expone en el informe, los menores que residen en municipios pequeños, provienen de hogares con bajos ingresos y con más miembros familiares son los más afectados en cuanto al empleo de nuevas tecnologías. También los más vulnerables para sufrir la brecha digital.
Asistencia a clase o actividades escolares a través de internet
La pandemia ha marcado este último bienio obligando a las autoridades a poner en marcha confinamientos y distanciamiento social, que afectaron al sistema educativo. Para resolver la situación surgieron las clases por videollamada y otras herramientas digitales de control y entrega de tareas.
El estudio que recoge el ONTSI estima que el nivel de preparación de los hogares para hacer posible la tele-escuela es muy alto, el 95 % de los niños de 6 a 15 años disponen de los medios suficientes (internet, equipamiento informático, etc.). No obstante, el 5 % no pudo efectuar estas actividades en línea por no disponer de recursos necesarios.
Las comunidades autónomas dónde mayor porcentaje de niños reside en hogares preparados para estas actividades online son Madrid (98 %), Cataluña (98 %) y Navarra (97 %), mientras que los territorios con menores porcentajes son Murcia (91 %), Canarias (90 %) y Melilla (89 %).
Además, la Comunidad de Madrid (62 %) y Cataluña, Comunidad Foral de Navarra y Región de Murcia (las tres con un 60 %) son las regiones dónde hay mayor porcentaje de menores que han asistido a actividades escolares en línea.