No se puede negar, existe una guerra latente detrás de la pandemia del coronavirus. Una batalla tecnológica que comenzó antes de que el virus existiera y que enfrenta a gigantes tecnológicos, en realidad a EE. UU. y China. Un combate que tiene como principal escenario las nuevas tecnologías de redes de comunicación inalámbrica, el famoso 5G. Un inciso: una de las conspiranoias más difundidas durante la pandemia es que detrás del coronavirus está esta nueva tecnología. Cuando el 5G entre en funcionamiento, se prevé que la velocidad de transmisión y el volumen de datos que se pueden enviar será mucho mayor. En esta pelea Europa parece no tener mucho peso. El Viejo Continente intenta posicionarse en otros rifirrafes tecnológicos. Ha comenzado con el almacenamiento de datos en la nube. Hasta hoy, los que controlan esa nube son, sobre todo, gigantes norteamericanos (Amazon, Microsoft o Google) o chinos (Alibaba). Europa ha decidido subirse a la nube creando Gaia-X, un proyecto en el que participan una veintena de grandes empresas europeas y al que se incorporarán en breve otras cien instituciones académicas y compañías privadas. Hablamos de una plataforma de almacenamiento en la nube fiable, innovadora y, sobre todo, europea, tal y como se expresan dirigentes de Francia y Alemania, los verdaderos impulsores del proyecto.
A partir del año 2021, la idea es que para garantizar mejor la seguridad de nuestros datos, las empresas, instituciones académicas y gobiernos de la UE utilizarán Gaia-X para almacenar la información en su propia nube. Este modelo de custodia de datos se originó en los años 60 pero no fue hasta el comienzo de este siglo cuando se implementó de forma satisfactoria. En realidad, se trata de almacenar los datos en espacios virtuales a través de redes de computadoras. Los usuarios pueden contratar la capacidad de almacenamiento que necesiten. La diferencia de Gaia-X con otros proveedores de nube es que mantendrá los valores europeos en cuanto a tratamiento seguro de los datos almacenados. Francia y Alemania ven problemáticas las legislaciones que se van abriendo paso en China y EE. UU. y que permitirían a estos países obligar a los operadores de nube a suministrar datos almacenados en sus nubes al margen de donde están localizados. La denominada Ley Cloud, aprobada en EE. UU. y que permite está intromisión, choca frontalmente con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.
Según los promotores, Gaia-X tendrá ejes prioritarios: protección de los datos, transparencia, confianza, soberanía digital, creación de valor europeo, interoperabilidad y facilidad de uso.