En el vasto panorama digital, el concepto del metaverso nació como la próxima frontera de la interacción virtual, prometiendo mundos expansivos e inmersión total. Sin embargo, las últimas noticias hablan del "fracaso" del metaverso donde, gigantes como Facebook, no han alcanzado las cifras de usuarios suscritos prevista.

Por otra parte, los expertos en la materia encuentran estos titulares alejados de lo que realmente está sucediendo en las entrañas del desarrollo de esta tecnología. La visión futurista del metaverso parece ser fruto del constructo social que, queriendo soñar con mundos imposibles, está aún lejos de la situación actual.

¿Nos hemos adelantado a un metaverso todavía en sus fases iniciales? ¿El boom de la inteligencia artificial ha eclipsado los avances y el estado de la web 4.0? ¿Estamos ante el hundimiento de los mundos expansivos o, por el contrario, es un sector en plena consolidación? ¿Cómo serán los próximos años del desarrollo del metaverso?

Más allá de las cifras: las fases iniciales del metaverso

En busca de respuestas, es crucial desentrañar la complejidad del metaverso y analizar más allá de las cifras de usuarios suscritos. A pesar de las críticas, expertos coinciden en que el metaverso está en una fase embrionaria, experimentando con modelos de interacción y tecnologías aún en desarrollo. Facebook, ahora Meta, ha liderado el camino con su visión de un metaverso centrado en la realidad virtual, pero la adopción masiva se enfrenta a desafíos técnicos y de aceptación por parte del público.

Coincidiendo con las restricciones sociales durante la pandemia, aterrizó en la sociedad esta nueva idea de mundos interconectados. En un entorno laboral y social marcado por las reuniones, espacios virtuales o videojuegos, se fue tejiendo un metaverso muy lejos todavía de llegar a poder ser utilizado de forma cotidiana por las personas.

“Lo que ocurrió fue que, sobre todo a través de los medios y la gente de a pie, se implantó el deseo de un metaverso inmediato. La gente quería entrar y probarlo en ese momento. Hubo mucha confusión y se pensó que se podían conseguir muchas cosas en un plazo muy corto, cuando esto era algo a futuro. Tuvimos que lidiar mucho con las expectativas de la gente. Por su parte, los medios no ayudaron mucho a la hora de prometer que había ‘llegado el futuro’”, asegura Lorena González, cofundadora de Inmersiva, la primera Asociación de Realidad Extendida de España.

La percepción del "fracaso" del metaverso puede ser una mirada superficial que no considera la complejidad de su construcción. La falta de suscriptores no necesariamente refleja el desinterés, sino más bien la necesidad de una infraestructura más sólida y experiencias más atractivas. La realidad virtual y aumentada necesitan evolucionar para satisfacer las expectativas del público, superando barreras como la comodidad, el costo y la calidad de la experiencia. Además, como afirma González, “hasta que todo no empiece a converger, es muy difícil que el metaverso llegue mañana”.

“Es obvio que todavía la gente de a pie no ha llegado ahí porque todavía no está preparado a nivel de usuario ni a nivel de dificultad para que alguien que no tenga experiencia pueda entrar. Pero eso mismo lo hemos vivido con las aplicaciones móviles o con sitios web. Al principio tenías que ser informático para mantener una web y ahora mismo con dos clics estás dentro”, añade Vicky Vasán, cofundadora junto a Lorena González de Inmersiva.

¿Metaverso vs. inteligencia artificial?

Al problema de expectativas y los titulares de fracaso del metaverso, se unió en 2022 el lanzamiento de una nueva tecnología que arrasó en la actualidad informativa y en la sociedad: la inteligencia artificial.

Esta tecnología más sencilla, más accesible y con menos necesidades técnicas y, por lo tanto, más económica, parece haber sustituido el auge del metaverso. Sin embargo, Vasán y González confirman que esta realidad no ha perjudicado a la industria de la realidad extendida, sino que ha ayudado a estabilizarla y a sentar unas bases fuertes para seguir con su expansión.

“La burbuja ha explotado. Para nosotros es una buena señal porque, tal y como analizamos siempre, cuando se pincha la burbuja de una nueva tecnología, empieza la estabilización. El oportunismo, la moda y demás desaparece y lo que queda realmente son cosas útiles. Es en la fase en la que estamos ahora, en la que no lo intentamos usar para todo, sino que estamos viendo realmente para qué sirven las cosas”, aclaran desde Inmersiva.

En este sentido, el metaverso parece estar enfrentando una paradoja: su potencial es ilimitado, pero la tecnología actual limita su alcance. La inteligencia artificial, si bien ha avanzado rápidamente en áreas como el procesamiento del lenguaje natural y la visión por computadora, aún no ha alcanzado el nivel necesario para crear mundos virtuales completamente inmersivos y realistas. La brecha entre la visión futurista y la capacidad tecnológica actual puede explicar la desconexión entre las expectativas y la realidad del metaverso.

El futuro del metaverso

A pesar de los desafíos, el metaverso sigue siendo un terreno fértil para la innovación y la inversión. Empresas de tecnología, desde gigantes como Meta o Apple hasta startups emergentes, continúan destinando recursos considerables para impulsar la investigación y el desarrollo en este campo. La competencia por liderar la revolución del metaverso está en pleno apogeo, y se espera que las próximas décadas vean avances significativos.

La consolidación del metaverso no solo depende de los avances tecnológicos, sino también de la aceptación y adopción por parte de la sociedad. La experiencia del usuario será el foco central para atraer a una audiencia más amplia. La creación de contenido inmersivo, la participación social y la integración de elementos del mundo real serán aspectos clave que determinarán el éxito a largo plazo del metaverso.

“Las noticias están más centradas en las plataformas que estuvieran pensadas específicamente para la parte virtual social. Tuvieron un boom sobre todo cuando no podíamos interactuar en persona. Ahora mismo se ha equilibrado”, asegura Vasán.

Los próximos años podrían ser testigos de una transformación radical en la forma en que interactuamos digitalmente. A medida que la tecnología evoluciona y se superan los obstáculos actuales, el metaverso podría convertirse en una parte integral de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, es crucial abordar las preocupaciones éticas y de privacidad que surgen con la inmersión total en estos mundos virtuales. “Las tecnologías inmersivas son el presente, el metaverso lo estamos construyendo”, concluyen las cofundadoras de Inmersiva.