Levanta la cabeza. O mejor, para un momento. Piensa un instante si eres de los que camina por la calle, baja las escaleras de la estación del metro o cruza un semáforo mirando el teléfono móvil. Antes de ponerte en marcha otra vez con los ojos clavados en la pantalla de tu smartphone, tienes que saber que en algunos lugares del mundo a los smombies (smartphones+zombies) se les considera un peligro para la salud pública. Los peatones que andan por la calle ensimismados con su teléfono sin mirar al entorno son candidatos a sufrir el síndrome del cuello roto (conocido como text neck) y a partir de ahora, en algunos países, serán considerados infractores.
En Yamato, ciudad japonesa con más de 240.000 residentes, acaban de prohibir el uso de teléfonos móviles mientras se camina por las aceras o parques. Así se anuncia por megafonía en las estaciones de tren de la localidad nipona. Hace tiempo que está manera de circular por las calles ha incrementado el número de accidentes de peatones. En 2014, el gobierno de la región china de Chongqing construyó una acera solo para smombies, separando así a los viandantes que van mirando el móvil y los que no, para evitar las consecuencias de los encontronazos. Iniciativas similares se llevaron a cabo en Amberes (Bélgica) o Estocolmo (Suecia). Y es que, según un estudio realizado por la operadora NTT Docomo, los peatones que van despistados mirando el móvil pierden un 95 % de su campo de visión.
En España se ha ido más allá. No solo se ha convertido en habitual ver a personas cruzando pasos de peatones o caminando por el andén del metro mientras consultan su teléfono, también hay conductores de patinetes eléctricos que van conduciendo el vehículo y mirando el smartphone. En diciembre de 2019, la Dirección General de Tráfico publicó una instrucción en la que se establecen multas de 200 € a los conductores de Vehículos de movilidad personal (VMP) que circulen haciendo uso del teléfono móvil.
La tribu de los cabeza hacia abajo, como se les llama en Hong Kong, es responsable en de tropiezos con aceras y mobiliario urbano, choques con otros peatones, accidentes de tráfico por cruzar calles sin prestar atención… El servicio de noticias de BBC recopiló hace años algunos estudios sobre las consecuencias de este mal hábito, sobre todo en EE. UU. Por ejemplo, el 10 % de los casos de emergencias que llegan a los hospitales de Nueva York tiene que ver con smombies o pretextrians (peatones que envían mensajes); el 53 % de todos los usuarios de móviles estadounidenses se ha chocado alguna vez con algo o con alguien por caminar distraídos; y casi el 14 % de los peatones latinoamericanos se despista con el móvil cuando cruza una calle.
Según un estudio de la Fundación Mapfre, en España los peatones que caminan bajando el cuello para mandar mensajes o mirar contenidos en la pantalla tienen un 40 % de posibilidades de sufrir un accidente.