El uso de las nuevas tecnologías nos acompaña desde primera hora de la mañana hasta casi el último segundo antes de dormir. Incluso, a veces, esa luz sigue ahí una vez los usuarios están dormidos.

"El vamping, es decir, utilizar las nuevas tecnologías antes de dormir, tiene efectos negativos para la salud, ya que la luz de las pantallas afecta a la calidad del sueño y a nuestro rendimiento", explica la doctora Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra.

El concepto une Vampire (vampiro) y texting (mensajear), es decir, la práctica ya habitual de estar hasta última hora mandando mensajes antes de dormir. La luz azul de onda corta de las pantallas engaña a nuestro cerebro y provoca una mala segregación de la melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo del sueño. El cerebro produce esta hormona dos horas antes de dormir. "Sin embargo, si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende que aún es de día y no segrega esta hormona, ya que la luz detiene la producción, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas, lo que llamamos insomnio tecnológico", explica la especialista de la Unidad del Sueño en la que el pasado año 2018 se realizaron 625 estudios de sueño.

"El vamping es un fenómeno nuevo que va en aumento en los últimos años, sobre todo, en los adolescentes, pero también en los niños, que tienen móviles cada vez más jóvenes", añade. El problema es más grave en niños que en adultos o adolescentes, ya que la producción de melatonina se reduce un 90% más en niños que en adultos.

"Hay una relación directa entre dormir menos y comer más y peor", dice la doctora María Alija, endocrinóloga pediátrica. "La luz de las pantallas inhibe la producción de la melatonina, por lo que aumenta la producción de neuropéptidos, que estimula nuestro apetito y la apetencia por alimentos más grasos y dulces" explica la doctora.

"Al dormir, no solo importa la cantidad de horas, si no la calidad de nuestro sueño en todas las etapas. Los especialistas aseguran que es necesario descansar adecuadamente para rendir con eficacia, pensar con claridad, asentar la memoria y reaccionar con agilidad. Pero, además, un sueño óptimo previene de sufrir enfermedades como infartos, ictus o depresiones", añade la doctora Elena Urrestarazu, especialista de la Unidad del Sueño.

Una de cada cinco mujeres y uno de cada ocho hombres culpan al móvil de su pérdida de sueño, según un estudio de la Universidad de Queensland donde avisa sobre los peligros creados por el abuso del móvil.