La organización internacional Avaaz, nacida en Estados Unidos, ha acusado a YouTube de promover la desinformación sobre el cambio climático. Tras una investigación desarrollada durante meses, la ONG sostiene que el portal dirige a millones de personas a vídeos con noticias falsas y desinformación sobre el cambio climático todos los días y asegura, además, que algunas de las grandes compañías del mundo incluyen sus anuncios, sin saberlo, en este tipo de contenidos. YouTube niega que esté derivando tráfico voluntariamente a esos vídeos.

Miembros de la organización y especialistas externos han analizado más de 5.500 vídeos alojados en la plataforma. Sus esfuerzos se centraron en los clips que YouTube recomienda a los usuarios en la barra lateral de sugerencias tras una búsqueda sobre “calentamiento global”, “cambio climático” o “manipulación del clima”. Avaaz sostiene que esos vídeos recomendados de YouTube acumulan la mayor parte del contenido que los usuarios ven en su web.

Tras el análisis, la ONG sostiene que, cuando un usuario hace una búsqueda con la expresión “calentamiento global”, el 16% de los 100 primeros resultados incluyen vídeos recomendados que contienen desinformación sobre el clima. El mismo fenómeno, en un porcentaje del 8%, se produce con la búsqueda “cambio climático”; la cifra crece hasta el 21% si el usuario busca “manipulación del clima”.

YouTube ha respondido a estas acusaciones y ha subrayado que sus sistemas de recomendación “no están diseñados para filtrar o degradar vídeos o canales en función de perspectivas específicas". En todo caso, la compañía, propiedad de Google, asegura que ha realizado inversiones para "reducir las recomendaciones de contenido límite y la información errónea o dañina". Este extremo queda reconocido en el informe de Avaaz que, sin embargo, no lo considera suficiente.

La organización sostiene en su estudio que los vídeos revisados por sus colaboradores acumulan 21,1 millones de reproducciones. “Esto es sólo la punta del iceberg”, recoge la ONG en su informe. “Asumiendo un ratio similar con los cientos de otros vídeos recomendados sobre éstos y otros términos similares, el total de visualizaciones de contenido falso sobre el clima en YouTube ha llegado a cientos de millones de personas”.

Avaaz, además, acusa a YouTube de enriquecerse con este tipo de contenidos a través de la publicidad. La organización sostiene que YouTube se queda con el 45% de los ingresos por las campañas que preceden a esos vídeos (el otro 55% es para el creador). En esta línea, la ONG asegura haber identificado 108 marcas, como Samsung, L’Oreal, Decathlon, Danone, Warner Bros o Carrefur, entre los anunciantes de este tipo de contenidos. Además, asegura que uno de cada cinco anuncios pertenecían a marcas ecologistas o éticas (así las llama el informe) como Greenpeace, WWF y Save the Children. Todas ellas han confirmado a Avaaz que nadie les advirtió de que sus campañas precedían a este tipo de vídeos y de que, por tanto, están ayudando a financiar a sus creadores, a quienes la ONG considera negacionistas del cambio climático.

Tras hacer público el informe, Avaaz ha pedido a Youtube que desintoxique su algoritmo para que no promocione estos contenidos, que deje de monetizar los vídeos que incluyan desinformación y noticias falsas y que trabaje con verificadores independientes para informar a los usuarios de que los vídeos contienen información falsa.