Con la llegada de las vacaciones, el tiempo libre de los niños se dispara. Uno de los mayores peligros es que los jóvenes hagan un uso excesivo del móvil y que los padres opten por esta vía para "que se callen".
En España, las previsiones son que los más pequeños, de entre cuatro y 11 años, destinen 55 minutos al día a usar el móvil de sus padres. Y a cuanto más mayores, más tiempo. Por ejemplo, entre 12 y 15 años asciende a unos 72 minutos, mientras que de 16 a 18 años el uso llega hasta 87 minutos al día. Son datos de un estudio sobre el uso de Nuevas Tecnologías.
"Le damos el móvil y se apaga el mal comportamiento, pero luego esto tienen consecuencias negativas, como en la atención" dice la psicóloga Paloma Díez. Por otro lado, son las madres las que más procuran poner freno a esta práctica, el 56 % no le deja el móvil a sus hijos.