En 2020 comprendimos la relevancia que puede tener la tecnología en un contexto de necesidad comunicativa. Gracias a ella adquirimos nuevas capacidades, alteramos nuestras rutinas (desde el trabajo hasta el ocio) y aprovechamos las pantallas y los dispositivos para estar más cerca de nuestros seres queridos.
Según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información que publica el INE, cerramos 2020 con un millón más de internautas que el año anterior: 32,8 millones para ser exactos, el 93,2% de la población de entre 16 y 74 años. Y con más teléfonos móviles en manos cada vez más jóvenes : el 69,5% de la población de entre 10 y 15 años dispone ya de un smartphone frente al 66,0% de 2019.
Asimismo, hemos incrementado el uso de estas herramientas. Enviamos mensajes instantáneos a otras personas (89,5% de la población en 2020, frente al 85,1% de 2019), buscamos información (78,3% frente al 72,9%) y llamamos a través de Internet (77,7% frente al 54,9% de 2019). Y también participamos en las redes sociales: el 64,7% tiene como mínimo un perfil social, 6,1 puntos más que en 2019; el 93% de los jóvenes de entre 16 y 24 años está en las redes sociales.
Hoy somos más digitales que nunca, pero no del todo conscientes de lo que implica esta digitalización. El INE nos recuerda que solo el 51,2% de la población española comprueba que el sitio web es seguro antes de introducir los datos. El 55,5% no lee la política de privacidad antes de facilitar información personal.
Por eso, insistimos, es imprescindible virar hacia la digitalización sostenible.
Es el momento de liderar una digitalización sostenible que abarque, desde su generalidad, todos los problemas derivados de un uso ingenuo de la tecnología. Una digitalización que respete las normas, fomente un uso adecuado de la tecnología y permita su acceso universal.
Es el momento de dar un paso más y consolidar a Levanta la cabeza como un proyecto de referencia para el desarrollo de la digitalización sostenible de la sociedad española.