El vehículo más demandado por los españoles es uno tecnológicamente avanzado, barato y de bajas emisiones, según los datos extraídos de la encuesta a las más de 11.000 personas que han participado en la quinta oleada del estudio realizado en colaboración con el Instituto Pons, la publicación Autofácil y la plataforma AutoScout24.
El cuidado del medio ambiente, además de ser un factor clave de compra, es una prioridad para una mayoría de la población. La encuesta también ha desvelado que la mayoría de los españoles (56,9%) considera "urgente" abordar este problema medioambiental y un porcentaje similar (60,2%) reparte la responsabilidad a partes iguales entre Administración, fabricantes y los propios ciudadanos.
Destaca el apoyo a la reducción de la velocidad de circulación en las ciudades, que crece 25 puntos y ya apoya el 61,5% de la población, la restricción de aparcamiento, apoyada por el 43,4% -casi diez puntos más que el año anterior-, o la prohibición de circulación en ciudad a los vehículos más contaminantes, apoyada casi por el 72 por ciento de los ciudadanos.
En cuanto a la influencia de estas medidas a la hora de comprar un coche, el 56% de los encuestado dice sentirse influenciado por las medidas anticontaminación. De éstos un 40% o bien ha decidido no comprar de nuevo un coche, no lo compraría diésel o bien usará las nuevas fórmulas de carsharing.
El consumo y las emisiones contaminantes son cada vez más relevantes para el 67,1% y el 33% de los encuestados, respectivamente. Ambas variables crecen por encima de la media, aunque sobre todo destaca el caso de las emisiones, con un crecimiento de 17 puntos frente a los datos de la primera encuesta realizada en 2016.
De hecho, el informe refleja una creciente demanda en torno a los vehículos medioambientalmente más sostenibles. Así, la tecnología híbrida y eléctrica copa el interés de aquellos, ya que de la mayoría (56%) de los que mostraron su interés en comprar un coche más respetuoso con el medio ambiente se decantan, en este orden, por el vehículo híbrido en un 38%, seguido por el eléctrico (23%), el híbrido enchufable (11,13%) y el gas en sus versiones GLP y GNC con el 5,36 por ciento.
Junto a la sostenibilidad, y aunque hoy todavía el precio y el consumo son determinantes a la hora de adquirir un vehículo, la tecnología y la conectividad se presentan como factores emergentes de compra. Si en 2016 sólo un 12,6% de encuestados destacaba esta característica como clave de compra, en 2018 ese porcentaje sube hasta el 29% de los españoles que espontáneamente lo señalaron como relevante en la encuesta.
El informe también ha medido el impacto que los nuevos hábitos de compra del consumidor, cada vez más digital. Aunque comprar online un coche todavía parece lejos de ser una opción mayoritaria para los encuestados (77,73%), uno de cada cinco ciudadanos (22,2%) ya se muestra receptivo a esta posibilidad y hasta un 30% de personas de entre 40 y 59 años lo aceptaría de buen grado como opción de compra. En esa línea la compraventa de vehículos a través del uso de nuevos canales comunicación digital como Whatsapp sigue una tendencia creciente según los datos el estudio, ya que en relación a la anterior encuesta el porcentaje de ciudadanos que ha cerrado una operación de este tipo ha subido casi tres puntos porcentuales (13,96%) frente al 11,6% de 2017.
En relación a las dos ruedas, el informe destaca el "masivo apoyo" a la creación de más carriles exclusivos para bicicletas (81,30%) para combatir la contaminación, mientras que ante la posibilidad de restringir el aparcamiento de motos en la acera, una mayoría del 59,2 por ciento de los consultados está de acuerdo esta medida.
Por edades, el 70% de los de más de 60 años aprueba la "expulsión" de la moto de las aceras para aparcar, frente a los comprendidos entre 35 a 49 años que aprueban la medida en un 53,5%. Por último, el apoyo a la restricción de estacionamiento por contaminación también sube un 9,35%, aunque ésta es la única de las medidas denominadas "restrictivas" que no ha logrado superar el 50% de aceptación.
Por el contrario, la encuesta muestra cómo los elementos de seguridad activa y pasiva en el vehículo siguen perdiendo influencia como factor de compra en relación a estudios anteriores, pasando del 47% en 2016 al 37% de la actualidad.
Por edades, destaca la importancia que por encima de la media dan a la cuestión de la seguridad los conductores comprendidos entre 40 y 69 años mientras que para la franja de encuestados entre 18 a 39 años ese porcentaje baja a un 31,4%, según la directora general de PONS Seguridad Vial, Ana Gómez Arche. "Las administraciones públicas han puesto únicamente el foco en la bajada de la contaminación mientras las ciudades españolas registraron en 2017 un crecimiento de casi el 20% en el número de fallecidos por accidente de tráfico. Debemos volver a poner la seguridad vial en el eje de la estrategia pública de movilidad si se quiere volver a reducir los fallecidos en nuestras ciudades", señaló la máxima responsable de la consultora en movilidad.