El diario "Le Figaro" señala que ésta puede ser la medida principal que se adopte en el Comité Interministerial previsto para principios de 2018 con el objetivo de frenar el aumento de los fallecidos en la carretera.

La medida ya fue estudiada en 2013, pero el Ejecutivo socialista de entonces solo la implantó a modo de prueba piloto en algunas carreteras y las conclusiones no fueron publicadas.

El actual presidente del Comité de Expertos del Consejo Nacional de Seguridad Vial (CNSR), Emmanuel Lagarde, afirmó al diario francés que "la correlación entre el descenso de la velocidad y la bajada de la mortalidad en accidentes de tráfico está limitada desde los años 70". Además añadió que la población está más concienciada ahora que en 2013 para asumir esta medida.

Sin embargo, las asociaciones de automovilistas rechazan esta propuesta porque consideran que servirá más para multar a conductores que para reducir el número de víctimas en las carreteras.

Las críticas a esta medida se suman a las realizadas a otras como la de privatizar los controles de radares o la de obligar a las empresas a identificar a los conductores infractores.

Sus críticas se suman a las de otras medidas adoptadas, como la de privatizar los controles de radares o la de obligar a las empresas a identificar a los conductores controlados a velocidad excesiva.

Francia pretende así detener el aumento del número de fallecidos en las carreteras, superior a la media en el resto de Europa. El año pasado, se registraron 54 muertos por cada millón de habitantes, cuatro más que la media comunitaria.