El director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, ha resumido el escenario al que se enfrenta la movilidad urbana en estos momentos en que "el 80-85% de los vehículos que se mueven en hora punta va una sola persona. Si conseguimos poner dos personas en cada vehículo: mitad de vehículos, mitad de consumo de combustible, mitad de emisiones... Todos salimos ganando. Este es el reto”.

Tras estas declaraciones se han planteado una serie de medidas coordinadas que van desde aumentar el transporte público, incentivar la movilidad activa, preparar las infraestructuras para potenciar una mayor ocupación, hasta compartir el vehículo privado.

En este sentido, la clave es compartir. Se trata de una alternativa muy eficiente, que puede incorporarse en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y en los futuros planes de movilidad para las empresas y grandes centros de actividad, que recoge el Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible.

Aprovechar la infraestructuras y mejorar la movilidad Urbana

La nueva gestión de la movilidad urbana busca optimizar la infraestructuras ya existentes, y empezar a medir la capacidad de estas según el número de personas que hay viajan en el vehículo.

Con la intención de potenciar el uso compartido del vehículo, habrá una consideración diferente para un mismo automóvil dependiendo del número de ocupantes. Esto se esta regulando a través de reuniones como la realizada en Barcelona el 21 de octubre bajo el título "Potenciando la movilidad con vehículos de alta ocupación", o la de Madrid, el 20 de noviembre, organizada por la DGT durante el Global Mobility Call.

Las opciones para mejorar las infraestructuras públicas se llevan planteando desde el año 2000, a través del trabajo 'Movilidad y planeamiento sostenible' del catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio, Julio Pozueta. En el se promovían medidas como reservar o construir carriles y accesos especiales para vehículos con un mínimo de ocupantes; prever lugares en los que puedan llenarse los vehículos compartidos, dejando aparcados el resto de automóviles, en puntos estratégicos de acceso a la red de autovías y autopistas; y reservar plazas de aparcamiento, o la reducción de su costo, para vehículos altamente ocupados, en lugares centrales, concentraciones terciarias y de empleo, universidades, hospitales, etc.

En España ha salido adelante la creación de los carriles bus-vao, dado que “incentivan el uso compartido de los vehículos”, asegura Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la DGT. No obstante, medidas como la bonificación en los peajes a vehículos con más de un ocupante, como hace Abertis, o las subvenciones directas a los trayectos, también promueven este tipo de movilidad.

Trabajar en la seguridad vial

Con todo esto, no solo se trabajar en un mejor uso de infraestructuras y en mejorar la movilidad urbana, sino que puede mejorar la seguridad vial, dado que hay menos vehículos y la responsabilidad del conductor crece. Existen diferentes servicios que ofrecen compartir viaje como taxis y VTC, o Uber.

En definitiva, apostar por compartir viajes y desplazamientos cotidianos, supone una mejora en la movilidad, en sostenibilidad y en el aprovechamiento de recursos, y para lograrlo es necesario concienciar y trabajar en incentivos que fomenten este tipo de circulación.