Y es que, tal y como ha recordado el departamento que dirige María Luisa Carcedo, la vacunación es una de las medidas de salud pública más efectivas para prevenir la aparición de enfermedades y, en algunos casos, la muerte.

Los principales síntomas de la gripe son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra.

Es una enfermedad con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas pueden durar entre dos y tres semanas. "La vacunación es la medida más eficaz para prevenirla", ha insistido el Ministerio, para recordar que existen otras medidas para disminuir la transmisión del virus.

Estas son: taparse la boca al toser o al estornudar, preferiblemente con pañuelos desechables; lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado: y procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiar las secreciones nasales.

Con el objetivo de minimizar los riesgos que esta enfermedad puede tener en los principales grupos de riesgo, Sanidad ha recordado que el Sistema Nacional de Salud (SNS) va a proporcionar las vacunas de manera gratuita a estos colectivos.

En concreto, se pondrá el foco en la necesidad de la vacunación a los mayores de 65 años que conviven en instituciones cerradas, y a los bebés a partir de seis meses y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.

Del mismo modo, se va a poner especial atención a los menores a partir de seis meses y adultos con diabetes mellitus; obesidad mórbida; enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico; hemoglobinopatías y anemias; hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples; asplenia; enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico; enfermedades neuromusculares graves; e inmunosupresión.

Completan la lista los pacientes con cáncer y hemopatías malignas; implante coclear o en espera del mismo; fístula de líquido cefalorraquídeo; enfermedad celiaca; enfermedad inflamatoria crónica; trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.

También se suministrará de forma gratuita la vacuna a menores entre los 6 meses y los 18 años de edad, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, y al personal de los centros, servicios y establecimientos sanitarios y trabajadores de instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que tengan contacto continuo con personas vulnerables.

La incidencia de la gripe en España el año pasado

La actividad gripal en España en la temporada 2017-2018 fue media/alta y se asoció a una circulación predominante de virus de la gripe B con una contribución mantenida y creciente de virus A(H3N2) pero también de subtipo A(H1N1).

La epidemia gripal se inició de forma temprana a mediados de diciembre de 2017, con un máximo de actividad en la semana 3 de 2018 (del 15 al 21 de enero), con una incidencia de 277,41 casos por 100.000 habitantes. La duración total fue de 13 semanas por encima del rango de las 10 temporadas previas. Los menores de 15 años fueron el grupo de edad más afectado.