Durante el evento de este año, no solo se persigue reducir el impacto del consumo energético con esa hora sin luz. Para preservar naturaleza, WWF ha decidido plantear tres nuevas metas que se desarrollarán a lo largo de todo el día.

Estos tres retos buscan reducir de manera significativa el consumo de carnes, puesto que se requieren hasta 15.500 litros de agua para producir un kilo de carne; acabar con los plásticos de un solo uso, que cada año se convierten en más de 100 millones de toneladas de desechos; y evitar las emisiones propias del transporte urbano, y que sobrepasan el 30% de las emisiones de CO2 a nivel mundial.

Este movimiento comenzó como una protesta en Sydney, Australia, en el año 2007. Sin embargo, lo que había empezado en un solo país, acabó extendiéndose a lo largo de más de 180.

Un hito, que alcanzó parte de sus objetivos, cuando esta llamada de atención a los gobiernos de todo el mundo se convirtió, en 2016, en el Acuerdo de París contra el cambio climático. Por ello, y después de que el pasado año se sumaran casi 190 países a esta Hora del Planeta, desde WWF buscan ampliar los objetivos a lograr y concienciar a la población de los peligros del cambio climático.