La variedad más común es la tortuga boba, pero las tortugas laúd y verde, también se observan con frecuencia en el litoral español.

La pérdida y degradación de hábitats esenciales, las interacciones con diversas pesquerías, la contaminación y las basuras marinas o el comercio ilegal, son los factores que hacen que estas especies estén gravemente amenazadas, según la Fundación Biodiversidad del Mapama, que coordina este proyecto europeo integrado, el mayor de conservación de los ecosistemas marinos de la Unión Europea.

Tanto la tortuga boba como la laúd figuran con la categoría de "vulnerable" en la lista roja de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), y la tortuga verde está considerada "en peligro" por esta misma entidad.

Las tres estarán incluidas dentro de la Estrategia de Conservación de Tortugas Marinas, que aborda el proyecto Life Intermares, el mayor proyecto de conservación del medio marino en Europa, y que sentará las bases de los planes de conservación específicos que elaborará el Ministerio de Agricultura.

Así, el Ministerio ha impulsado la creación de un protocolo común de actuación para las tortugas marinas varadas en el litoral español o que ingresen en los centros de recuperación, con el fin de mejorar el conocimiento de estas especies y sus principales amenazas en el mar. Hasta el momento los protocolos y la información disponible es escasa, según la Fundación.