La industria del tabaco cuesta al mundo cada año más de 8 millones de vidas humanas, 600 millones de árboles, 200.000 hectáreas de tierra, 22.000 millones de toneladas de agua y 84 millones de toneladas de CO2, según los datos de la OMS.

"La mayor parte del tabaco se cultiva en países de ingresos bajos y medios, donde el agua y las tierras de cultivo suelen ser desesperadamente necesarias para producir alimentos para la zona. En lugar de ello, se utilizan para cultivar las mortíferas plantas de tabaco, mientras que cada vez se eliminan más tierras de los bosques", critica el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas en su informe 'Tabaco: Envenenando nuestro planeta'.

Los productos del tabaco son el artículo más contaminado del planeta, porque contienen más de 7.000 sustancias químicas tóxicas que llegan al medio ambiente cuando son desechadas. Unos 4,5 millones de filtros de cigarrillos contaminan cada año nuestros océanos, ríos, aceras, parques y playas.

Además, los cigarrillos electrónicos también suponen una gran cantidad de plástico que se acumula en la naturaleza. Los filtros de los cigarrillos contienen microplásticos y son la segunda forma de contaminación plástico más importante a nivel mundial.

La OMS también lamenta que los costes de retirar los deshechos del tabaco de la naturaleza recaigan sobre los contribuyentes, en lugar de en la industria responsable de este problema.

El organismo sanitario pone de ejemplo a países como España y Francia que han aplicado con éxito una legislación que hace responsable a la industria del tabaco de la limpieza de la contaminación que genera.

Por ello, la OMS ha instado al resto de ciudades y países a seguir estos ejemplos, y dar apoyo a los cultivadores de tabaco para que cambien a cultivos más sostenibles y apliquen altos impuestos sobre este producto, además de la ayuda necesaria a las personas para dejar de fumar.