Gracias al desarrollo de filtros especiales con niveles de filtración categorizados como ‘FFP3’, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC estaría trabajando en mascarillas biodegradables de alta protección.
De esta forma, los investigadores responsables de este hallazgo pretenden reducir el impacto medioambiental de estos productos sanitarios, de uso masivo con motivo de la pandemia por Covid-19. No obstante, al trabajar con diferentes productos también se busca resolver la dificultad de acceso a materiales de filtración y aumentar la calidad profiláctica de las mascarillas.
El proyecto ha aprobado por la plataforma Salud Global del CSIC y la Agència Valenciana de la Innovació (AVI). Así, contaría con unos niveles de filtración capaces de garantizar que, de manera potencial, tan solo un virus de cada 100 sería capaz de atravesar la barrera protectora formada por el aislante de la mascarilla.
Como explican los propios autores de la investigación, se trata de niveles de filtración muy difíciles de alcanzar en materiales tan finos, al ser multicapas de espesores inferiores a 300 micras.
No obstante, el equipo responsable del proyecto estaría aún estaría trabajando para lograr obtener un material biodegradable que evite que todos los residuos generados puedan llegar a suponer una grave problemática para la sostenibilidad del planeta.