El pasado 4 de febrero, el Grupo de Delitos Tecnológicos de Zaragoza de la Policía Nacional detenía en Madrid a un hombre de 18 años como presunto autor de corrupción de menores, tenencia y distribución de pornografía infantil y explotación sexual de menores a través de internet. Los medios hablan del primer detenido en el mundo” pordelitos en el metaverso. Sin embargo, el modus operandi del detenido es tan viejo como internet.

El detenido, que cuando cometió los delitos era todavía menor de edad, creó un perfil falso en una aplicación, haciéndose pasar por una chica bisexual de 19 años. Con esta identidad entablaba amistad con otras menores, se ganaba poco a poco su confianza hasta conseguir fotos y vídeos de carácter sexual de las mismas. Esta fórmula de manipulación pedófila se conoce popularmente como grooming y, según los datos de un reciente estudio capitaneado por la UNIR, lo sufren casi uno de cada cuatro adolescentes en España.

¿Es el metaverso un lugar seguro?

Desde que la tecnología permite este tipo de experiencias inmersivas conocidas como metaverso, se han sucedido los casos y las denuncias de conductas tóxicas, violentas y sexuales sin ningún tipo de control. En noviembre de 2021, Meta inauguraba su espacio de realidad virtual Horizon Worlds. Una semana después, una de sus probadoras o betatesters (usuarios que hacen uso en primera instancia de un servicio para fiscalizar su funcionamiento) denunciaba haber sido víctima de acoso sexual. Otro usuario en forma de avatar, un extraño para ella, la había manoseado. La respuesta de la compañía fue dar a conocer la funcionalidad “Safe Zone”, una especie de burbuja protectora que los usuarios pueden activar y que bloquea la interacción de otros usuarios. Una manera sutil de delegar la responsabilidad de crear un espacio seguro en los usuarios de su servicio. Esta misma semana, y antes las crecientes denuncias de otros casos de acoso sexual en Horizon Worlds, Meta rebautizaba la funcionalidad como Personal Boundary.

Otro de los casos más sonados sobre actividades delictivas en el metaverso saltaba a la palestra hace un año gracias a una investigación de la BBC. Una periodista de la cadena británica se hizo pasar por una niña de 13 años para ingresar en VRChat, una aplicación con espacios virtuales donde los usuarios pueden encontrarse e interactuar. La app, que está catalogada para mayores de 13 años, no verifica la edad de los usuarios al crear una cuenta. En su experiencia, la periodista se encontró expuesta a avatares teniendo relaciones sexuales, accedió a clubs de striptease virtuales e interactuó con hombres adultos que se le insinuaron sin ningún tipo de moderación o supervisión por parte de la plataforma. Preguntados por los hechos, los responsables de VRChat comentaron que “el comportamiento depredador y tóxico no tiene cabida en la plataforma”. Sin embargo, no especificaron de qué manera iban a controlarlo y ponerle freno.

La ONG Ekō (conocida anteriormente como SumOfUs) también evaluó la seguridad del mundo virtual de Meta y publicó sus conclusiones en un demoledor informe titulado “Metaverso: otra alcantarilla de contenido tóxico”. El estudio de la ONG no sólo ponía de manifiesto que los usuarios están constantemente expuestos a comentarios tóxicos, acoso sexual e incluso violaciones en grupo; también que los procesos para denunciar este tipo de comportamientos eran inadecuados o que los protocolos para expulsar a quienes los perpetraban eran inexistentes. Desde la ONG advertían de que, con la realidad virtual, no solo se ceden datos personales a las compañías tecnológicas, sino también datos biométricos (temperatura corporal, movimiento de ojos, incluso reacciones emocionales).

Cómo podemos protegernos y proteger a los jóvenes

Lo primero que hay que dejar claro es que los delitos que se le imputan al joven de Madrid ocurrieron; que usara una aplicación del metaverso no los convierte en virtuales. Son reales y serán juzgados como tal. El grooming a adolescentes de entre 13 y 16 años está tipificado como delito en el Código Penal, concretamente en el artículo 183.

  • Qué hacer si tus hijos juegan en el metaverso

Educar a nuestros hijos para que hagan un uso responsable de internet y la tecnología es primordial. Son un colectivo vulnerable y necesitan información para saber qué pueden y no pueden hacer, tanto ellos como quienes interactúen con ellos en el entorno online. Desde Levanta La Cabeza ponemos a vuestra disposición el Acuerdo entre padres e hijos Levanta La Cabeza, un documento con una serie de obligaciones y derechos a cumplir por todos los miembros de la familia que recomendamos firmar una vez nuestros hijos reciben su primer móvil. También os ofrecemos la Guía Didáctica para abordar las charlas familiares sobre digitalización segura y responsable.

  • Qué hacer si eres un adolescente y crees que estás siendo víctima de ciberacoso, grooming o sexting

Es importante que cuentes lo que te está sucediendo a tus padres, algún profesor u otro adulto que sea de tu confianza. Si tienes dudas sobre lo que te está pasando o sobre cómo actuar puedes acudir a algunos de estos espacios de ayuda:

  • 017 de INCIBE: El Instituto Nacional de Ciberseguridad cuenta con una línea de apoyo operativa los 365 días del año. Tu consulta será atendida por profesionales que te asesorarán sea cual sea tu caso. Puedes hablar con ellos por teléfono, por correo electrónico o a través de WhatsApp y Telegram. Accede en este enlace.
  • Líneas de ayuda de ANAR: la Fundación ANAR tiene como objetivo ayudar a niños y adolescentes en diferentes situaciones de riesgo. En este enlace encontrarás los números de teléfono para contactar con ellos y podrás chatear con su personal para compartir tu caso.
  • Qué hacer si eres un adulto y descubres material pedófilo en la red

Hace algunas semanas publicamos esta guía sobre cómo actuar si nos encontramos con material pedófilo en internet inspirada en una serie de consejos que el ingeniero y profesor P. Duchement había ofrecido en su cuenta de Twitter.