Kim Dong-min es un youtuber coreano que publica regularmente vídeos estudiando. Su canal tuvo un auténtico exitazo durante la cuarentena, y ahora tiene más de 77.600 suscriptores que le siguen con fervor. Uno de sus vídeos más populares, con cerca de 400.000 visitas, le muestra estudiando muy concentrado en una biblioteca pública. Se escucha algún ruido de fondo y su propio movimiento o el de sus papeles cada vez que se mueve. Dura alrededor de dos horas en las que lo único que hace el protagonista es estudiar.
Lo que él hace son los denominados vídeos gongbang o “estudia conmigo” y, desde que el confinamiento los puso de moda, no han parado de crecer sus visualizaciones. Son vídeos sin apenas edición, más allá de borrar los rostros de otras personas que puedan aparecer en la imagen de manera espontánea. Hay quienes además de mostrar su imagen estudiando aprovechan para introducir algún ruido blanco o el sonido de la lluvia.
Son motivadores y han sido utilísimos para miles de alumnos después del confinamiento. No todos los estudiantes en todos los países pudieron volver a la escuela el pasado curso. Muchos de los que sí pudieron recibían educación híbrida, es decir, asistían a su centro educativo un par de días o tres a la semana. Por ese motivo, encontrar acompañamiento a la hora de ponerse frente a los apuntes, aunque fuera a través de la pantalla, supuso una gran ayuda para todos ellos.
Los gongbang pueden ayudaren diferentes aspectos:
- Los estudiantes se sienten acompañados y el sonido es prácticamente el mismo que el de una biblioteca.
- Tienen un efecto tranquilizador y de reducción del estrés.
- Disminuyen la inseguridad del estudiante al ver que hay alguien que está haciendo lo mismo que él, que no es el único que en ese momento está estudiando.
- Sirve para marcarse objetivos de estudio y descubrir técnicas que pueden funcionar muy bien.
En España tenemos Diario de un MIR, donde se puede estudiar junto a Pau Mateo mientras este doctor se prepara para la especialidad. El youtuber experto en música Jaime Altozano creo durante la cuarentena una sala de estudio para sus seguidores en Twitch. A través de sesiones en directo de unas tres horas de duración, las personas conectadas podían estudiar o trabajar acompañadas de Altozano y sus creaciones. Estos directos se dividían en dos grandes bloques de trabajo en los que iba sonando la música del youtuber, un descanso entre ellos y una charla final, además de distintos bots con los que gamificar la experiencia.
También en Twitch existen otras experiencias de estudio compartido como SaladeEstudios, en la que se restringe la interacción de los espectadores-estudiantes: solo pueden hablar entre ellos al comienzo de la emisión, en los descansos y al final. Ya ha empezado el curso, los apuntes y libros empiezan a inundar la mesa de miles de estudiantes españoles. Para aquellos a quien resulte duro enfrentarse a la soledad de la mesa de estudio se han inventado los gongbang.