Han compartido protagonismo en la pandemia. Transportando mercancías, empaquetando pedidos de Amazon y desinfectando hospitales. Les pedimos que nos ayuden, que nos hagan la vida más fácil y queremos que sean más humanos, que nos comprendan y empaticen. Han sido capaces de hacer hasta 80.000 pruebas de coronavirus al día e incluso hacer de azafatos en hoteles llevando comida a los viajeros para minimizar los riesgos de contagio. Está claro que la COVID-19 ha provocado una actividad incesante del sector tecnológico para buscar soluciones, aunque el debate sigue abierto sobre si su papel es quitar el trabajo a los humanos o complementarlo.
Lo que está claro es que la nueva generación de robots impulsados por la Inteligencia artificial (IA) ha cambiado los procesos de fabricación de numerosos sectores. Recientemente hemos conocido a Doggy, el nuevo robot cuadrúpedo de Ford que comenzará en agosto a escanear con láser la planta de transmisiones en Detroit ayudando a los ingenieros a actualizar el diseño original. Con su escáner y una cámara de alta definición, recolectará datos para reorganizar las diferentes plantas, lo que agilizará los procesos y permitirá obtener más beneficios.
Pero no ha sido el único espécimen robótico que se ha hecho viral y que ha llamado la atención a más de uno. Durante el confinamiento, el ingeniero estadounidense Shane Wighton construyó un robot casero que fuese capaz de cortar su pelo con unas tijeras. Ha sido una necesidad para muchos. Nos daba igual estar más desaliñados en casa, pero en cuanto permitieron empezar a salir a la calle con horarios restringidos, las citas en las peluquerías eran infinitas. Shane subió todo el proceso de construcción a su canal de Youtube. El vídeo cuenta ya con casi tres millones de visualizaciones y podemos ver una explicación minuciosa sobre las dificultades y facilidades que tuvo a la hora de construir este robot. Como se puede observar en el vídeo, el robot utiliza una aspiradora para coger los mechones y luego con unos dedos impresos en 3D agarra el cabello y unas tijeras se accionan a partir de la longitud predefinida. Después de varias pruebas con pelucas, fue el propio ingeniero el que quiso ponerse en sus manos con un resultado fructífero. Aunque esto hará temblar los puestos de los peluqueros en el mundo.
¿Sabes quién es Gundam? Es un robot protagonista en programas de animación de Japón que se popularizó en 1970. Ha salido en más de 50 series de televisión, en diferentes películas desde 1979, ha protagonizado varios videojuegos y cómics y ahora se ha convertido en una realidad. A pesar de la invasión del coronavirus en el planeta, en Japón han querido hacer realidad uno de los robots más emblemáticos de la historia de ficción de su país. Una ingeniería y un diseño meticuloso ha dado como resultado un robot humanoide de 18,2 metros de altura, con un peso de 25 toneladas y que ya ha comenzado a dar sus primeros pasos con unos pies de 2 metros de largo. Jun Narita, responsable de este proyecto, hará que Gundam debute el próximo 1 de octubre de 2020 en la Gundam Factory Yokohama y se especula que podría ser utilizado en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. El robot puede doblar las rodillas, caminar sobre la plataforma e incluso inclinarse. Y aunque su presentación oficial se ha tenido que retrasar por la llegada de la COVID-19, Gundam permanecerá en el Puerto de Yokohama (al sur de Tokio) durante un año completo.