Las nuevas tecnologías han facilitado la adquisición de productos desde casa. Salvo casos excepcionales, como el inmobiliario, generalmente los españoles tendemos a la compra, no nos planteamos el alquiler de bienes de uso cotidiano como un ordenador o el vehículo familiar.

La fórmula del renting, un contrato de alquiler de bienes, está al alza. Cada vez son más las personas que, bien por no hacer un gran desembolso inicial, o bien por poder cambiar en pocos años el producto por uno de prestaciones más avanzadas, se suman a esta fórmula en la que puedes disfrutar del bien, sin necesidad de tenerlo en propiedad.

En épocas de cambios tecnológicos, como la que vivimos, el renting nos ofrece una gran flexibilidad para evolucionar con los avances del mercado.

Uno de los grandes ejemplos en España son los coches. Con esta modalidad de contrato te permite variar y adaptar a tus necesidades el tipo de vehículo que necesites desde un punto de vista financiero rentable.