El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido de la relación existente entre el cambio climático y la irrupción de nuevos patógenos desconocidos, como el SARS-CoV-2, capaces de provocar nuevas enfermedades.

En este sentido, cerca del 75% de las enfermedades infecciosas que padecen los seres humanos encuentran su origen en los animales. Del mismo modo, actividades humanas como la deforestación o la agricultura intensiva invaden hábitats animales que nos ponen en contacto con patógenos desconocidos.

Las mismas opciones poco sostenibles que están matando al planeta están acabando con las personas, ya que actividades como la urbanización rápida y no planificada intensifican desigualdades sociales en el acceso a los servicios sanitarios, generando una mayor exposición a riesgos medioambientales.

En este sentido, una persona pobre o marginada tiene más posibilidades de vivir en zonas frecuentadas por fenómenos meteorológicos extremos, con el aire más contaminado y menos acceso a servicios sanitarios de calidad.

Con respecto a la crisis sanitaria de la Covid-19, la salud de las mujeres, especialmente en relación con la planificación familiar, se ha visto muy descuidada.

El año pasado, más de doce millones de mujeres perdieron el acceso a los servicios de planificación familiar, lo que provocó un millón de embarazos no deseados. Además, la pobreza implica desnutrición, responsable de todas las muertes de los menores de cinco años.

Por todo ello, apoyar a la mujer para desarrollar su energía, su creatividad y su potencial, será la base para desarrollar una sociedad próspera y sostenible.