Empezaron siendo una empresa emergente sin ánimo de lucro. Era junio de 2017. Su objetivo era promover la transformación digital en España y qué mejor manera de hacerlo que convirtiéndose en DigitalES, la Asociación Española para la Digitalización, organización que reúne a las principales empresas del sector tecnológico y la innovación y que se dedica a impulsar esa transformación digital entre los ciudadanos, empresas y administraciones públicas. “Están representadas 50 empresas que dan trabajo a más de 250.000 personas y que conforman el 4 % del PIB”, explica Alicia Richart, directora general de DigitalES y miembro del Comité de expertos de Levanta La Cabeza, en el último directo de la temporada que se ha celebrado en nuestro perfil de Instagram.
La COVID-19 ha puesto contra las cuerdas a numerosos sectores que han tenido que aprender a reinventarse para sobrevivir. Sin embargo, Richart detalla que hay que tener en cuenta el contexto en el ámbito tecnológico cuando esta pandemia llegó a nuestras vidas. “El interés por la transformación digital se aproximaba por dos ángulos: el primero estaba relacionado con el impacto de la tecnificación en la economía, y el segundo, en los riesgos que genera, como el derecho a la privacidad, el aumento de las desigualdades, los riesgos en el empleo…”. De hecho, España ocupa el puesto 11 de 28 en el índice de digitalización europeo. “Teníamos un nivel digital muy por encima de la media de los países europeos, pero sí es verdad que las empresas estaban invirtiendo de forma interesada. Algunos hasta decían que se iniciaba la era de la postdigitalizació. Y justo llegó la COVID-19”, explica Alicia en un encuentro moderado por Mario Tascón.
Con la pandemia, el teletrabajo y las clases en remoto se convirtieron en una realidad obligatoria de forma universal. Hemos tenido que aprender las claves para ejercer nuestras labores de forma segura y también aprender a desconectar de los dispositivos tecnológicos. Lo más sorprendente, reflexiona Richart, es que a pesar de la demanda tan alta de conexión en un mismo periodo, las redes de comunicación en España se mantuvieron intactas. “Nuestras redes son de las más modernas del mundo, están muy bien diseñadas. Por primera vez se juntaron las actividades de ocio y el trabajo y las redes soportaron muy bien ese tráfico”. Durante el estado de alarma, el tráfico por voz aumentó un 40 %, y el tráfico de datos se multiplicó por 70. “Lo que tiene más valor y mérito es que estas redes no son algo improvisado. Los teleoperadores de telecomunicaciones invierten en ellas desde el año 2013. A diferencia de otros sectores, las redes de telecomunicaciones son 100 % privadas, así que imaginad la importancia que tienen y que han tenido”.
¿Y qué ha pasado en los diferentes sectores de nuestro país en pleno apogeo de la pandemia? En el administrativo, la directora de DigitalES asegura que los cambios se están resistiendo. “No quiero ser negativa, pero en la Administración General del Estado los cambios cuestan muchísimo. En algunos casos, la mayoría de los funcionarios no disponía de ordenador portátil y eso es una barrera para la digitalización”. Aspectos que también se han visto reflejados en el sector educativo. “La epidemia ha demostrado las debilidades y desigualdades. Creo que esta ha sido una oportunidad para que se tomen en serio que la educación tiene que cambiar. Tenemos que adaptarla a un sistema mixto, presencial y en remoto”.
En cuanto al sector sanitario, Alicia señala que la dificultad que hay en España es la dispersión de las competencias en las comunidades autónomas. “La cuestión tecnológica tenía que estar bien centralizada en el Ministerio de Sanidad, es un mecanismo para unificar todas las necesidades de la salud. En el sector de la sanidad tenemos muy buenos profesionales tecnológicos. Hay que aprovechar ese impulso para seguir avanzando en esa línea”, detalla
Y respecto al ámbito industrial, Richart advierte que se tendría que ofrecer una industria de servicios para que el sector mejore. “El sector sufre muchas dificultades en España y en Europa desde hace muchos años. La industria debe cambiar y ofrecer un valor añadido y un servicio a todo su ecosistema. Para eso es muy importante que se haga a través de la digitalización”.
Esta pandemia marcará un antes y un después en la digitalización del país. La directora de DigitalES ha explicado que esta situación es la idónea para transformar la tecnología de muchas compañías, replantearse las estrategias comerciales y los canales digitales que se están utilizando. “En España tenemos grandes infraestructuras, pero nos faltan competencias digitales. No avanzamos más porque no hay personas y por el tamaño de las pymes, muchas son micro, con entre uno y cuatro trabajadores”.
Para acelerar la digitalización en España, Alicia Richart propone dos hitos principales:
- Asistencia médica en remoto a través de videollamada o teleconferencia. “Antes de la pandemia, el uso de la telemedicina era bajísima. Solo un 2 %. Y durante la pandemia ha subido al 48 %. Anteriormente, el 75 % de las visitas que se hacían a urgencias y las consultas a los médicos se podrían haber evitado de forma remota. Creo que merece la pena explotar esta vertiente”.
- Crear una nube pública de datos e historial clínico. “A lo largo de nuestra vida no paramos de generar datos médicos. Desde que nacemos, nos miden y pesan, tenemos calendario de vacunación, analíticas de sangre, radiografías, mamografías, etc. Generamos mucha información. Nos gustaría proponer que hubiese una nube pública donde cada ciudadano con sus claves introduzca la información que recoge a lo largo de su vida. Si hay una pandemia, puedes ceder datos al estudio epidemiológico y cuantos más, mejor. Esto tiene mucho valor y beneficio para la comunidad científica”.