No parece difícil. Te pones a dos pasos de tu interlocutor y, más o menos, estarías manteniendo la distancia de seguridad para evitar el contagio del coronavirus en una cita. Más o menos el largo de una moto, la distancia entre Marilyn Monroe y su acompañante cuando la rubia más famosa deja volar su falda sobre la rejilla de ventilación o lo que mide una puerta de tu casa. No es complicado calcular una distancia mínima. Si no te aclaras, no te agobies. Están saliendo todo tipo de aplicaciones y artilugios para advertirte si cumples con la distancia social. Así somos los humanos, queremos que nos lo den todo hecho.

La multinacional tecnológica Google lanzó la semana pasada una herramienta solo para los teléfonos Android que calcula por ti la distancia de dos metros. Basada en la realidad aumentada, Sodar permite visualizar en la pantalla de tu teléfono móvil una distancia de dos metros. No hay que instalarla, solo acceder a la web de la herramienta, conceder permiso para que acceda a tu cámara de fotos y empezar tu rastreo. Apuntas con la cámara hacia el suelo y aparecerán unas guías en tu pantalla que te marcarán esa distancia mínima de seguridad. En su web, Google especifica que Sodar es un experimento que utiliza WebXR para visualizar las pautas de distanciamiento y crea un anillo de realidad aumentada de dos metros a tu alrededor. La realidad aumentada ha sido una de las tecnologías que más ha evolucionado estos últimos años, y más aún durante la emergencia sanitaria. Una empresa de EE. UU. ha desarrollado un producto que rompe las barreras de la distancia al permitir compartir, interactuar y sentir con nuestras propias manos sin necesidad de gadgets tecnológicos adicionales.

Por su parte, la compañía belga Rombit ha creado una pulsera digital para garantizar la distancia social. Pensada para puestos de trabajo en actividades industriales, la Romware Covid Radius es capaz de detectar personas a tiempo real y emite una vibración sobre la muñeca si alguien se acerca a menos de dos metros. Funciona sin conexión a internet y ha comenzado a utilizarse por los trabajadores del puerto de Amberes. Mientras no sufra descargas eléctricas la persona que se salte la distancia, todo irá bien. Las pulseras son una solución muy socorrida en tiempo de pandemia. Al principio de la expansión del coronavirus, una empresa norteamericana puso en el mercado una pulsera que vibraba cuando te llevabas la mano a la cara. Desde un principio, las autoridades sanitarias han alertado que la higiene de manos y evitar tocarte la cara son dos medidas esenciales contra el enemigo invisible.

Al mismo tiempo se están desarrollando proyectos para evitar las aglomeraciones ahora que la fase 3 está a punto de llegar. La Universidad de Alicante diseña una aplicación móvil que realiza un cuenteo del número de smartphones que se encuentran en una zona delimitada previamente. La app detecta las señales wifi emitidas por dispositivos Android y podrá ser activada cientos de metros antes de llegar a la localización para conocer el nivel de saturación de la zona. Cada teléfono se identificará con un código único, aleatorio y cifrado que garantizará el anonimato del usuario.

Recientemente, equipos científicos de Japón y EE.UU. han comprobado que la nube infecciosa tras un estornudo o una tos puede viajar hasta 8 metros de distancia y permanecer suspendida en el aire más tiempo del que habían pensado. Por eso, aunque llevemos herramientas para detectar esa distancia mínima de seguridad, lo mejor es no quitarse la mascarilla.