Como dijo la cantante Chenoa en su día: “Cuando tú vas, yo vengo de allí”, y es que así es cómo nos sentimos muchas veces los padres con nuestros hijos y la tecnología. El día que, por fin, entendemos qué son los ‘mejores amigos’ de Instagram, ahora resulta que chatean a través de Discord… Y esta es la razón por la que un gran número de padres de centennials se pasan el día navegando por la red, de foro en foro, de chat en chat, en los grupos del cole, con los amigos, compañeros del trabajo o cuñados, tratando de mantenerse al día para poder entender y saber qué es lo que hacen sus hijos. Y a pesar de todo ese esfuerzo, no siempre es tan fácil.

La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, y cuando ya conseguimos dominar una aplicación o plataforma, surge una nueva que desbanca a la anterior.

Esto lo vemos reflejado cada año en el informe que realiza el IAB en colaboración con Elogia sobre redes sociales, donde además de analizar las redes tradicionales (Facebook, Instagram, Youtube, WhatsApp, TikTok, etc.), este año han añadido al estudio a Stereo, Clubhouse, Ivoox, OnlyFans, Patreon y Discord.

Pero aparte de estas aplicaciones o redes más mediáticas, existen también otras con millones de usuarios, la mayoría menores de edad, que por el uso que les dan, pueden poner en riesgo la integridad tanto física como psicológica de nuestros hijos.

Aquí os hablamos de algunas plataformas que, a pesar de que en sus Políticas de Uso expongan que son redes para mayores de 18 años, en la práctica, la mayoría de sus seguidores son menores de edad:

Omegle: Es un servicio de chat de texto o vídeo y tal como definen en su eslogan “Habla con extraños”, en cuanto entras a la plataforma web, automáticamente comienzas a chatear con un desconocido al azar. Todos los miembros son anónimos, lo cuál es un auténtico riesgo tanto para el ciberacoso, como para que los pederastas o pedófilos busquen la presencia de menores en la plataforma. El propio sitio web te hace esta recomendación: “Para ayudarte a mantenerte a salvo, los chats son anónimos a menos que le digas a alguien quién eres (¡no recomendado!), Y puedes detener un chat en cualquier momento. Se sabe que los depredadores usan Omegle, así que ten cuidado”. ¿Merece la pena arriesgarse?

Ask.fm: Es una aplicación que permite a sus usuarios lanzar preguntas (o respuestas) a personas que se encuentran cerca de ti sin mostrar tu identidad. Las respuestas pueden realizarse a través de vídeos, fotos, GIF, etc. En un principio, las preguntas no tienen por qué ser problemáticas, pero la realidad nos muestra que gran parte de los contenidos son insultos o amenazas que fomentan el ciberodio bajo la seguridad que da el anonimato.

ThisCrush: Es otra aplicación que sigue la dinámica de Ask o la antigua Secret, pero en este caso los usuarios pueden elegir el decir “piropos” de manera privada o pública, tanto con su nombre real o anónimamente. Pero como suele pasar, más que de cosas bonitas a su ‘crush’ (persona preferida, amor platónico…), de lo que se ha llenado la plataforma es de insultos y amenazas, siendo una de las redes que más fomenta hoy día el ciberbullying. Normalmente conectan su perfil de ThisCrush con el de Instagram, por lo que muchas veces veremos un enlace o URL (dirección de una web) a esta app en las biografías de la de Zuckerberg.

F3: Al igual que en Ask o ThisCrush, esta red promueve el dejar respuestas anónimas a la ‘pregunta del día’, y también se puede hacer en forma de texto, vídeos o fotos. Además, al igual que las stories de Instagram o Facebook, las preguntas y respuestas permanecen en el perfil del usuario durante 72 horas. La propia aplicación te envía preguntas al azar para que interactúes si tú no tienes comentarios de usuarios.

Spotafriend: Es una aplicación, según ellos, ‘para hacer amigos’. Está enfocada a adolescentes de entre 13 y 19 años que quieran conectar con personas cercanas, pero en la práctica, se usa como un ‘Tinder para adolescentes’. Además, como ocurre con otros canales, cualquier aplicación que aliente a los niños a formar conexiones con extraños es peligroso, ya que detrás de un perfil social puede haber un adulto tratando de conectar con los menores.

Stereo: Es una plataforma para hacer pódcast en directo. Se crean salas (máximo dos moderadores) para poder hablar de algún tema concreto, y el resto de usuarios pueden unirse a este espacio para escuchar o incluso mandar mensajes en forma de audio (nota de voz).

Onlyfans: Es una plataforma o servicio de suscripción de contenido más que una red social, que surgió en 2016 para conectar a usuarios con creadores de un contenido-nicho, como puede ser el fitness, la gastronomía, la música, el yoga, etc. El primer giro en la línea de negocio lo sufre en 2018 cuando la mayor parte de su accionariado pasa a manos del propietario de MyFreecams (web de sexo online), Leonid Radvinsky. Pero, sin duda, lo que supuso un antes y un después para la plataforma fue la alarma sanitaria por la pandemia de la COVID-19 y los meses y meses de confinamiento. En esta crisis los grandes protagonistas han sido los adolescentes y jóvenes, que no han podido salir, no han podido ir a clase, socializar… y en su pleno ‘despertar sexual’ han encontrado en la tecnología su válvula de escape para descubrir y desahogarse. Y de este modo, Onlyfans llegó a los 100 millones de usuarios conectados en diciembre de 2020.

Hoy día, todavía podemos ver en OnlyFans cómo cantantes, actores u otros profesionales –la cantante Cardi B, The-Dream o Aaron Carter, por ejemplo– suben contenido a sus perfiles, pero el 90 % de los contenidos son eróticos o porno, y es tal el éxito actual de la plataforma que ha pasado de cobrar un 20 % de comisión a sus creadores a un 40 %.

Al no tener un control de verificación de edad eficaz –tan solo con marcar en la casilla que dice “confirmar que eres mayor de 18 años”–, cualquier menor podría acceder para consumir contenido (puede hacerlo de manera gratuita solo) pero, al igual que pasa con Twitch, también hacer un agujero en la tarjeta de crédito familiar a ‘golpe de clic’ con el pago de suscripciones (desde 4’99 a 49’99 $).

Los creadores de contenido ven OnlyFans como una mina de oro para conseguir dinero de una forma rápida y fácil, pero el problema radica en cómo pueden pasar de compartir contenido erótico o pornográfico a ser inducidos, a través de los mensajes privados que les mandan sus seguidores, para realizar otro tipo de actividades sexuales (porno interactivo) o incluso caer en la prostitución.

Conocer la vida digital de los menores

Por todo esto, aunque vemos que estar al día no siempre es fácil, como hemos dicho en anteriores ocasiones, no significa que debamos delegar en terceros –el centro escolar o controles parentales– la educación o supervisión de la actividad digital de nuestros hijos.

La educación en el ámbito digital debe comenzar lo antes posible, antes incluso de que tengan su primer teléfono Smartphone. La tecnología es un apartado más de la educación general que los padres deben procurar al menor, como derecho-deber de la patria potestad. Es fundamental educar y formar, y cuanto antes mejor, para que nuestros hijos acaben teniendo unos conocimientos, unos recursos, un espíritu crítico, y acaben siendo autónomos en su vida digital. Y esto se consigue conversando, hablando mucho en casa, normalizando la tecnología, hablando de riesgos, pero también de oportunidades, para así convertirnos en los mejores referentes para nuestros hijos, con y sin tecnología.