“La innovación es todo cambio basado en conocimiento que aporta valor”. Así define la Fundación COTEC, en palabras de su director general, uno de los términos que más hemos escuchado a lo largo de los últimos años. La innovación marca nuestro presente, pero mucho más nuestro futuro. Ahora un futuro incierto con más nubes que claros. Jorge Barrero, director de esta organización privada que promueve la innovación como motor de desarrollo económico y social y miembro del Comité de expertos de Levanta la cabeza, ha protagonizado el segundo encuentro en vivo organizado por Levanta la cabeza en su perfil de Instagram.

Durante la conversación –moderada por Mario Tascón, director de Prodigioso Volcán–, Barrero admitió que al comenzar la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, COTEC tuvo que reenfocar su agenda. “Antes de que se decretase el estado de alarma, hicimos una reflexión sobre las capacidades de nuestro servicio ante la emergencia sanitaria. Pensamos qué podíamos hacer para ayudar”. Así surgió una iniciativa que ha recorrido toda España: una plataforma ciudadana para fabricar respiradores de bajo coste con tecnología 3D. “Queríamos recurrir a la mínima tecnología posible, pero que pudiese ser útil, y esta idea acabó generando un ecosistema increíble de innovación en pocas horas y pocos días”. Junto con la Consejería de Ciencia del Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo, COTEC respaldó la iniciativa de generar los respiradores. A lo largo de estas semanas se crearon 70 equipos. Los proyectos de siete de ellos han podido ser probados en pacientes durante el periodo más agudo de la crisis sanitaria. “Ha sido un privilegio poder vivir esto en primera persona”, declara Barrero.

Además, la Fundación acaba de publicar el informe 'Covid-19 y Educación: problemas, respuestas y escenarios', donde se analiza el impacto sobre el sistema educativo y las soluciones políticas que se han implementado hasta ahora, tanto en España, como en otros países. “Estamos viendo que ni profesores, ni padres, ni niños estaban preparados para saltar de un mundo de educación analógica a un mundo digital en pocas horas. No debemos olvidar de que el factor humano es lo diferencial y hay cosas que una videollamada no puede sustituir. Esta manera híbrida que estamos observando es una solución en la educación que viene para quedarse. La tecnología, cuando se suma a lo humano, produce efectos muy potentes. Por sí sola no sirve de nada”, explica el director general de COTEC sobre la brecha educativa.

A raíz de esta situación, cabe preguntarse si se ha creado una digitalización forzada. Hemos tenido que aprender a teletrabajar, a asistir a clases de forma telemática y a utilizar herramientas para comunicarnos. “Ha habido una gran diferencia entre empresas. En el mismo sector, empresas que han sabido reinventarse y otras que no. En la crisis se notará”, explica el miembro del Comité de expertos de Levanta la cabeza. “Una pandemia se distingue mucho de una catástrofe porque deja intactas las infraestructuras físicas –explica Barrero–. No tenemos que reconstruir. Es una construcción metafórica. La diferencia ahora se verá en los activos intangibles: el talento, la reputación… Eso va a marcar mucho a los pequeños negocios. Por eso es tan esencial aguantar el tirón para que no se devalúe el activo intangible que es el talento en todas sus formas”.

Barrero sostiene que esta crisis es triple. Por un lado, la sanitaria, que ya estamos resolviendo; la económica, que acaba de empezar; y, por último, la crisis de estilos de vida. “Me preocupa que esta salida a la crisis pueda acabar con parte de esa riqueza mediterránea que nos rodea. No quiero perder partes de mi vida en las que me sentía muy cómodo: abrazar a mi familia, ver a mi hija en el recreo, ir a un festival de música… Tenemos que recordar que nuestra vida, como españoles, latinos, es muy diferente a la de otros. No todo tiene por qué evolucionar tecnológicamente. Creo que hay cosas que están bien como están. No tengo demasiada fe en que esta crisis nos haga mejores. Seremos los mismos, pero aprovecharemos para cambiar las reglas”.

En un proceso ya de desescalada, el futuro genera incertidumbre y un lienzo en blanco repleto de oportunidades. “Si fuese como una carta a los Reyes Magos, pediría cambiar algo a nivel país, creo que es una oportunidad para reorganizar y redistribuir a la población en el territorio de forma más equilibrada. Hay nuevas oportunidades para el teletrabajo. Y a nivel de movilidad, me preocupa mucho el efecto de los prejuicios que hemos generado en el uso compartido. A nivel global, creo que todo esto es una oportunidad para crear grandes fondos globales de investigación”.