La conservación de datos y documentos es tan antigua como la historia misma de la humanidad. Y la llegada de internet, que muchos consideraron como la nueva Biblioteca de Alejandría, supuso un novedoso modelo y desafío para el almacenamiento de información. Millones y millones de ordenadores conectados entre sí, transmitiendo información continua y alojada en equipamiento físico, tanto a nivel doméstico como empresarial.

A nivel doméstico contamos con el almacenamiento propio de nuestros móviles y ordenadores, así como la posibilidad de adquirir hardware externo para ampliarlo. Y las empresas pueden contar con servidores de almacenamiento de tamaño adecuado para asegurar y proteger todo el complejo entramado de documentación, en texto y vídeo, que posea.

Sin embargo, el almacenamiento en la nube posibilita tener todo este material en un lugar virtual, que no ocupa espacio físico en nuestras oficinas y hogares y al que se puede acceder desde cualquier ordenador, solo teniendo una conexión activa a internet.

En cuanto a las empresas que nos ofrecen este servicio, no podían faltar las dos grandes tecnológicas: Google y Apple. La primera, a través de su servicio Google One, ofrece servicios en la nube hasta de 2 TB (2 millones de megabytes). La segunda resulta muy interesante para todos los usuarios de Apple, al tratarse de una marca con un ecosistema de dispositivos tan cerrado. Se trata del iCloud+ a través del cual también podremos tener hasta 2TB de almacenamiento. Dropbox, sin embargo, en su modalidad empresarial, ofrece para un usuario hasta 3 TB de almacenamiento.

Usar el almacenamiento en la nube por supuesto que aporta numerosas ventajas, pero también riesgos que es conveniente tener en cuenta. Y son aplicables tanto para el usuario doméstico como el profesional que decide contratar un almacenamiento extra, añadido a los servidores propios, si así lo necesitara (en el caso, sobre todo, de grandes empresas).

Las ventajas

  • Ahorras en espacio. Esto es primordial. ¿Qué es mejor que tener almacenados datos y datos en hardware? Pues tenerlo en un almacenamiento en la nube. Acumular discos no parece, a día de hoy, la opción más inteligente, sobre todo cuanto existe la opción virtual.
  • Más seguro. Un disco con el tiempo se daña, sus datos se corrompen… los accidentes ocurren cada día. Miles de fotos acumuladas, recuerdos que se pierden de un día para otro, el almacenamiento en la nube garantiza que siempre estarán ahí, a buen recaudo. A no ser que un día se caiga internet y también veamos afectados nuestro archivos de la nube.
  • Compartir archivos con facilidad. Creas una carpeta en la nube con material para trabajo en equipo, académico o profesional y todas las personas asociadas a dicha carpeta pueden acceder a ella, desde cualquier conexión a internet y desde cualquier dispositivo, sea móvil, tablet u ordenador. Vivimos un momento en el que el teletrabajo no tiene marcha atrás y la tendencia natural es, cada vez más, trabajar en equipo y, a la vez, a distancia.
  • Servicio personalizado. Las personas y empresas necesitamos distintos tipos de almacenamiento y así lo saben quienes nos ofrecen este servicio, adecuando diferentes tarifas según nuestras necesidades.

Los riesgos

  • Menos seguro. Sí, el almacenamiento en la nube es, a la vez, más y menos seguro que el físico. Y nos explicamos. Es más seguro frente a accidentes del hardware, como indicamos antes. Pero los datos en internet siempre estarán a merced de ciberdelincuentes que intenten acceder a estos datos. Muy recordada fue la filtración de miles de fotografías comprometidas a actrices como Scarlett Johansson o Jennifer Lawrence. Es cuestión personal o de la empresa el tomar diferentes medidas para intentar reducir la exposición de los datos a terceros.
  • La cuestión de la privacidad. Cuando tenemos nuestros datos en soporte físico, solo nosotros nos hacemos cargo de los mismos. Sin embargo, aquí pasamos a depender de una empresa ajena. Es muy importante ver la letra pequeña del servicio que estamos contratando y así asegurarnos de que nosotros seguimos teniendo el control absoluto.
  • Acceso remoto por internet. Una de las mayores virtudes del almacenamiento en la nube se convierte, a su vez, en un importante talón de Aquiles: si no hay conexión a internet, es imposible acceder a los datos. Desde cualquier parte. Por eso es vital activar la descarga offline de ciertas carpetas que sepamos de antemano qué vayamos a necesitar.

Teniendo en cuenta tanto las ventajas como las desventajas del almacenamiento en la nube, uno debe hacer análisis personal de su situación y quedarse con aquella que más le convenga.